Cuando haya introducido la cánula un poco más en la tráquea puede volver a erguir la cabeza.
Si utiliza un obturador, extráigalo inmediatamente de la cánula traqueal.
Las cánulas traqueales deben sujetarse siempre con una cinta de fijación especial. Ésta estabiliza
la cánula y hace que la cánula traqueal permanezca ajustada de forma segura en el traqueostoma
(ver Imagen 1).
1.1 Llenado del manguito (si existe)
Para llenar el manguito de baja presión, se aplica en éste una presión definida a través del conector
Luer (conexión cónica normalizada) del tubo de alimentación mediante un equipo de medición de la
presión del manguito. Si el médico no indica otra cosa, recomendamos aplicar en el manguito una
presión mínima de 18 mm Hg (20 cm H2O) hasta 22mm Hg (25 cm H2O).
Para llenar el manguito de alta presión, se aplica en éste una presión definida a través del conector
ES
Luer (conexión cónica normalizada) del tubo de alimentación mediante una jeringa.
Llene el manguito cómo máximo hasta esa presión nominal y asegúrese de que se suministre
suficiente aire a través de la cánula.
Preste siempre atención a que el manguito no esté dañado y funcione correctamente.
Si no se consigue la estanqueidad deseada tras intentos repetidos con el volumen límite indicado,
posiblemente se deba utilizar una cánula de mayor diámetro.
La presión correcta del manguito se debe controlar periódicamente, es decir, como mínimo
cada dos horas.
¡ATENCIÓN!
¡Todos los instrumentos utilizados para el llenado del manguito deben estar limpios y no
presentar partículas extrañas! Cuando el manguito esté lleno, sepárelos del conector Luer
del tubo de alimentación.
¡ATENCIÓN!
Si se supera la presión máxima durante un tiempo prolongado, puede alterarse la irrigación
de la mucosa (peligro de necrosis isquémicas, úlceras por compresión, malacia traqueal,
estenosis traqueal, neumotórax). En los pacientes ventilados, la presión del manguito no debe
ser inferior a la especificada por el médico para evitar una aspiración silenciosa. Los ruidos
sibilantes en la zona del balón, especialmente durante la espiración, indican que el balón no
sella suficientemente la tráquea. Si no consigue sellar la tráquea con los valores de presión
especificados por el médico, extraiga la totalidad del aire del balón y repita el proceso de
bloqueo. Si todavía no logra el sellado correcto, recomendamos que seleccione el tamaño
siguiente de la cánula traqueal con balón. A causa de la permeabilidad al gas de la pared del
balón, la presión del balón se reduce en cierto grado a lo largo del tiempo, pero también puede
aumentar de forma indeseada durante las anestesias inhalatorias. Por ello recomendamos
vigilar periódicamente la presión.
El manguito nunca se debe llenar en exceso de aire ya que ello podría provocar lesiones en la
pared traqueal o producir desgarros en el manguito con el consiguiente vaciado o deformación
del manguito, lo que provocaría un bloqueo de las vías respiratorias.
¡ATENCIÓN!
Durante una anestesia, la presión del manguito puede aumentar/disminuir a causa del óxido
nitroso (gas hilarante).
2. Extracción de la cánula
¡ATENCIÓN!
Antes de extraer la cánula traqueal Fahl
se deben retirar los accesorios, como p. ej. la válvula
®
de traqueostoma o el HME (intercambiador de calor y humedad).
¡ATENCIÓN!
En caso de traqueostoma inestable o de emergencia (traqueotomía por punción, por
dilatación), el estoma puede colapsarse al extraer la cánula y afectar así al suministro de aire.
En ese caso deberá tenerse lista para el uso rápidamente una nueva cánula e insertarse. Para
asegurar provisionalmente el suministro de aire se puede utilizar un dilatador traqueal (REF
35500).
Antes de extraer la cánula traqueal se debe vaciar el balón. La extracción se debe realizar con
la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás.
¡ATENCIÓN!
No vacíe el manguito nunca con un equipo de medición de la presión del manguito – realice el
vaciado siempre con una jeringa.
Antes de desinflar el balón mediante una jeringa y de extraer la cánula deberá limpiar primero la zona
traqueal por encima del balón, aspirando las secreciones y el moco. En los pacientes lúcidos que
conservan los reflejos se recomienda aspirar al paciente y desbloquear simultáneamente la cánula
traqueal. La aspiración se realiza con un catéter de aspiración que se introduce a través del tubo de
la cánula hasta la tráquea. De este modo, la aspiración no planteará problemas y se realizará de
forma cuidadosa con el paciente, minimizando el reflejo de tos y el peligro de una posible aspiración.
Despresurice a continuación el manguito realizando al mismo tiempo una aspiración.
Así se eliminarán las secreciones existentes y ya no se podrán inspirar. Recuerde que, en
cualquier caso, antes de volver a insertarla, la cánula debe limpiarse o desinfectarse según las
disposiciones siguientes y lubricarse con aceite para estoma.
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