Para facilitar la limpieza recomendamos utilizar un bote de limpieza para cánulas con cestil-
lo (REF 31200).
Sujete el cestillo por el borde superior para evitar el contacto y una posible contaminación
de la solución de limpieza (ver imagen 10).
Coloque solo una cánula en el cestillo del bote de limpieza de cánulas. Si se limpian varias
cánulas a la vez, existe el riesgo de que se sometan a una presión excesiva y se dañen.
Puede colocar así las cánulas interior y exterior una al lado de la otra.
El cestillo con los componentes de la cánula se sumerge en la solución de limpieza pre-
parada.
Una vez transcurrido el tiempo de actuación (ver las instrucciones de uso del polvo para
ES
limpieza de cánulas), la cánula debe enjuagar-se a fondo varias veces con agua corriente
templada (ver imagen 9). Cuando la cánula se introduzca en el traqueostoma no debe que-
dar en ella ningún resto del producto de limpieza.
En caso necesario, p. ej. si el baño de limpieza no ha podido eliminar restos de secreciones
especialmente resistentes y viscosas, es posible realizar una limpieza adicional con un
cepillo especial para limpieza de cánulas (OPTIBRUSH
, REF 31850 u OPTIBRUSH
Plus
®
®
con fibras superiores, REF 31855). Utilice el cepillo de limpieza solo cuando la cánula se
haya extraído y ya se encuentre fuera del traqueos-toma.
Introduzca el cepillo de limpieza siempre por la punta de la cánula en el interior de la misma
(ver imagen 11).
Utilice el cepillo según las instrucciones, procediendo con sumo cuidado para no dañar el
material blando de la cánula.
En las cánulas traqueales con válvula de fonación, la válvula debe soltarse previamente.
La propia válvula no debe limpiarse con el cepillo, ya que podría resultar dañada o rom-
perse.
Enjuague la cánula traqueal meticulosamente bajo agua corriente tibia o con suero fisioló-
gico estéril (solución de naCl al 0,9%).
Después del lavado, la cánula debe secarse meticulosamente con un paño limpio sin pe-
lusa.
No se deben utilizar en ningún caso cánulas que no funcionen perfectamente o que pre-
senten daños (por ejemplo, aristas afiladas o grie-tas), ya que podrían producirse lesiones
en la mucosa traqueal. Si la cánula presenta daños, no deberá utilizarse en ningún caso.
Los accesorios (adaptador/válvula fonatoria/tapón para la tos/tapón de decanulización) se
pueden limpiar del mismo modo que la cánula traqueal.
2. Instrucciones para la desinfección química
Ésta siempre deberá realizarse cuando lo ordene el médico responsable del tratamiento
debido al cuadro clínico específico o cuando así lo indique la situación del paciente.
Generalmente, la desinfección es necesaria para evitar infecciones cruzadas y en caso de
un empleo no ambulatorio (p. ej. hospitales, residencias y/u otras instituciones sanitarias)
con el fin de limitar el riesgo de infección.
¡ATENCIÓN!
Una desinfección siempre debe ir precedida de una meticulosa limpieza.
En ningún caso deben utilizarse desinfectantes que liberen cloro o contengan lejías
fuertes o derivados fenólicos. Esto podría provocar daños importantes o incluso la
destrucción de la cánula.
Antes de volver a utilizar la cánula, deje que se enfríe para evitar escaldaduras y
quemaduras.
Pasos de desinfección
Para desinfectarla, sumerja la cánula de plata de 5 a 10 minutos en agua hirviendo (100
grados Celsius o 212 grados Fahrenheit). Se debe prestar atención a que el agua cubra
completamente la cánula de plata.
Tras la desinfección, el exterior y el interior de las cánulas debe lavarse meticulosamente
con suero fisiológico estéril (naCl al 0,9 %) y posteriormente secarse.
Después del lavado, la cánula debe secarse meticulosamente con un paño limpio sin pe-
lusa.
X. CONSERVACIÓN Y CUIDADOS
Las cánulas limpias que no estén actualmente en uso se deben almacenar en un lugar
seco, dentro un bote de plástico limpio y protegi-das del polvo, la luz solar directa y/o el
calor.
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