Conducción y operación
Los tres tipos de derrapes corresponden a los tres
sistemas de control del vehículo. En el derrape de
frenado, las ruedas no están girando. En el derrape de
dirección o al virar, la velocidad excesiva o demasiadas
maniobras de la dirección en una curva ocasiona que las
llantas se deslicen y pierdan fuerza para virar. Y en el
derrape de aceleración, demasiada aceleración hace que
derrapen las ruedas de tracción.
Si el vehículo empieza a deslizarse, quite lentamente su
pie del pedal del acelerador y dirija el vehículo en el
sentido deseado. El vehículo puede enderezarse si gira el
volante con suficiente rapidez. Esté siempre preparado en
caso de que ocurra un segundo derrape.
Desde luego, la tracción se reduce cuando hay agua,
nieve, hielo, grava o cualquier otro material en la
carretera. Para su seguridad, usted debe disminuir la
velocidad y adaptar su manera de conducir a estas condi-
ciones. Es importante disminuir la velocidad en
superficies resbalosas debido a que la distancia de paro
es mayor y el control del vehículo está más limitado.
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Mientras se conduce en una superficie con tracción
reducida, trate lo mejor que pueda de evitar los cambios
de dirección, aceleración o el frenado repentino inclu-
yendo reducir la velocidad cambiando a una velocidad
menor. Cualquier cambio repentino puede ocasionar que
las llantas se deslicen. Tal vez no se dé cuenta que la
superficie está resbalosa sino hasta que el vehículo esté
derrapando. Aprenda a reconocer indicaciones de
ADVERTENCIA — tales como mucha agua, hielo o nieve
apilada en el camino como para formar una "superficie
de espejo" — y disminuya su velocidad si tiene cualquier
duda.
Recuerde: Todo sistema de frenos antibloqueo (ABS) le
ayuda a evitar solamente el derrape de frenado.