Figura 29: Maletín de aluminio para transporte y
conservación del testo 270
a los esfuerzos mecánicos. El estar
empotrado en una bandeja de me-
tal también hace que sea estable e
irrompible.
El instrumento es ideal para su uso
en entornos de cocina. Las impure-
zas, sobre todo de aceite, son fáciles
de limpiar gracias a la naturaleza del
material. Además de cumplir con la
clase de protección IP65, después de
la medición se puede lavar fácilmente
con un chorro de agua corriente.
El cuidado del instrumento es muy
sencillo. Para la limpieza de los sen-
sores no se requiere ningún producto
de limpieza especial. Un detergente
doméstico suave o líquido detergen-
te son suficientes para la limpieza.
Durante la limpieza, sólo tener cuidado
de no limpiar el sensor con objetos
filosos, productos abrasivos o con una
esponja áspera. Es suficiente con en-
juagarlo con agua caliente después de
su uso y secarlo luego con un paño de
cocina. Es importante asegurarse de
que no queden residuos de grasa en
el sensor, para que no se pegue y se
produzcan imprecisiones de medición.
La compra de un medidor de calidad
del aceite de fritura significa incurrir en
un gasto único. La utilización no impli-
ca costes adicionales, exceptuando la
calibración anual y el cambio de pilas.
Una ventaja decisiva del testo 270 la
constituye el uso eficiente del aceite:
La medición periódica evita que reem-
place el aceite de fritura demasiado
pronto o demasiado tarde. Esto puede
reducir hasta un 20 % sus gastos en
aceite de fritura. Dado que gracias
al testo 270 usted sirve únicamente
alimentos fritos de una calidad impe-
cable, tiene garantizada también la
satisfacción de sus clientes.
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