PARTE I
(viene de la página anterior)
Los frenos están diseñados para controlar la velocidad
y no sólo para detener la bicicleta. La fuerza de
frenado máxima en cada rueda se produce justo en
el momento antes de que la rueda "se bloquee" (deje
de girar) y comience a derrapar. Cuando la rueda
derrapa, se pierde la mayoría de la fuerza de frenado
y el control completo de la dirección. Debe practicar
para aprender a aminorar la velocidad y detenerse
suavemente sin bloquear la rueda. A esta técnica se
le llama modulación progresiva de frenado. En lugar
de apretar bruscamente la maneta del freno hasta
la posición donde piensa que generará la fuerza
de frenado adecuada, apriete la maneta mientras
aumenta de manera progresiva la fuerza de frenado.
Si siente que la rueda comienza a bloquearse, libere la
presión ligeramente para que la rueda siga girando sin
bloquearse.
Es importante que aprenda a dosificar bien la
presión que se debe aplicar a la maneta de freno para
cada rueda a diferentes velocidades y en distintas
superficies. Para comprenderlo mejor, practique un
poco empujando la bicicleta y aplicando diferentes
grados de presión a cada maneta de freno hasta que la
rueda se bloquee.
Cuando frena con uno o con los dos frenos, la bicicleta
comienza a disminuir la velocidad, pero su cuerpo
tiende a continuar a la velocidad a la que se estaba
desplazando. Debido a ello, el peso se transfiere hacia
la rueda delantera (o, en una frenada fuerte, alrededor
del buje de la rueda delantera, con lo que podría salir
despedido por encima del manillar).
Una rueda que soporta más peso sobre sí misma
necesitará una mayor presión de frenado para
bloquearse, mientras que una rueda con menos peso
se bloqueará con menos presión de frenado. Por lo
tanto, cuando aprieta el freno y su peso se desplaza
hacia delante, es necesario que mueva su cuerpo hacia
la parte posterior de la bicicleta, para transferir el peso
hacia atrás, sobre la rueda trasera. Al mismo tiempo,
deberá reducir la fuerza de frenado trasera y aumentar
la fuerza de frenado delantera. Esto es más importante
todavía durante el descenso, porque en estos casos el
peso se desplaza hacia delante.
Dos claves para controlar la velocidad eficazmente y
para frenar de forma segura consisten en controlar
el bloqueo de las ruedas y la transferencia de peso.
Esta transferencia del peso todavía se nota más si
la bicicleta cuenta con una horquilla de suspensión
delantera. La suspensión delantera "se baja" al frenar,
con lo que aumenta la transferencia del peso (consulte
también la SECCIÓN 4.F). Practique las técnicas de
frenado y de transferencia de peso en zonas donde no
haya tráfico ni otros peligros o distracciones.
Todo esto cambia cuando se utiliza la bicicleta sobre
superficies de tierra suelta o con tiempo lluvioso. La
adherencia de los neumáticos disminuye de modo que
las ruedas tienen menos agarre en las curvas y menos
tracción al frenar, y pueden bloquearse con menos
fuerza de frenado. La humedad o suciedad en las
pastillas de freno reduce la capacidad de agarre. Para
mantener el control en superficies de tierra suelta o
húmedas, hay que circular a menor velocidad.
Más info:
BICIS CARRETERA: FRENOS
DE DISCO
Consulte ahora la PARTE II de este
manual y lea "Carácterísticas de los
frenos de disco en bicis de carretera".
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