24 – Introducción a la termografía de edificios
Para evitar al máximo los efectos molestos de los radiadores calientes, se deberían
apagar un rato antes de tomar las medidas. Sin embargo, según la construcción del
edificio (dependiendo de si tiene poca o mucha masa), puede ser necesario apagarlos
varias horas antes de realizar la investigación. La temperatura del aire de la habitación
no debe disminuir tanto como para afectar a la distribución de la temperatura de las
superficies estructurales. Los radiadores eléctricos tienen un lapso pequeño y se
enfrían relativamente rápido una vez apagados (20 a 30 minutos).
Las luces situadas frente a los muros también se deben apagar al tomar imágenes
de infrarrojos.
En un estudio termográfico no debe haber flujos de aire (por ejemplo, ventanas o
válvulas abiertas o ventiladores orientados a la superficie que se va a medir) que
puedan afectar a las superficies en cuestión.
Las superficies húmedas, por ejemplo en las que se ha producido condensación,
tienen un efecto claro en la transferencia de calor y en la temperatura de la superficie.
Si hay humedad en la superficie, suele haber evaporación, lo que extrae calor, redu-
ciendo por tanto la temperatura de la superficie en varios grados. Existe riesgo de
condensación superficial si hay saltos térmicos importantes o defectos de aislamiento.
Los trastornos importantes de los tipos descritos aquí suelen ser fáciles de detectar
y eliminar antes de llevar a cabo la medición.
Si durante la termografía no es posible proteger las superficies que se van a medir
de los factores molestos, estos se deberán tener en cuenta a la hora de interpretar
y evaluar los resultados. Es preciso anotar las condiciones exactas en las que se
llevó a cabo la termografía a la hora de tomar cada una de las mediciones.
24.3.4
Temperatura superficial y filtraciones de aire
Los defectos de la hermeticidad de un edificio debidos a pequeñas brechas en la
estructura se pueden detectar mediante la medición de la temperatura superficial. Si
hay presión negativa en el edificio en estudio, el aire fluye hacia dentro a través de
las filtraciones del edificio. El aire frío que entra por pequeñas grietas de los muros
suele bajar la temperatura de las áreas adyacentes del muro. Como resultado, se
desarrolla un área de superficie más fría con una forma característica en la superficie
interior del muro. Se puede usar la termografía para detectar estas áreas. Los movi-
mientos de aire en la superficie del muro se pueden medir utilizando un indicador
de velocidad del aire. Si hay una presión positiva en el interior del edificio de estudio,
el aire caliente de la habitación saldrá por las grietas del muro, dando como resultado
áreas de superficie más cálida alrededor de las grietas.
La cantidad de fuga depende en parte de las grietas y en parte de la diferencia de
presión a ambos lados de la estructura.
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Publ. No. 1558799 Rev. a379 – SPANISH (ES) – August 14, 2009