■ Tome una ducha caliente a placer. Es muy importante para quitar de la piel cualquier
traza de grasa o de posibles productos cosméticos. Séquese bien: la piel debe estar
completamente seca.
También puede prolongar esta fase preliminar sumergiendo los pies durante un
tiempo en agua caliente (unos 5 minutos en agua a 40 °C).
A
l inicio, una sesión de sauna puede durar unos 8-12 minutos. Después, será posible
disfrutarlas más (15 minutos). En cualquier caso, haga caso a su cuerpo y a sus sensaciones:
la sauna no es una competición de resistencia (el reloj de arena presente en la sauna sólo es
una guía; si siente la necesidad de salir antes de incluso cinco minutos, hágalo).
■ Ponga siempre una toalla bajo su cuerpo, bajo la espalda y bajo los pies, si está
sentado.
No es necesario cubrirse la cabeza en modo alguno, ya que el calor de la sauna no
daña los cabellos.
Es necesario estar desnudo, ya que cualquier prenda de ropa, especialmente si
es sintética, impide la transpiración. Siéntese o túmbese en el banco que prefiera,
teniendo en cuenta que, cuanto más alto se ponga, más elevada será la temperatura
y, por lo tanto, la sudoración. Al inicio, será mejor colocarse en el banco inferior, para
acostumbrarse gradualmente a la temperatura.
¡ATENCIÓN! No tienda las toallas sobre la cobertura de madera de la estufa,
podrían prender fuego.
■ Si lo considera oportuno, un par de minutos antes de salir, vierta lentamente agua
sobre las piedras, para elevar repentinamente la sensación de calor y humedad en el aire
y aumentar la transpiración. Si lo desea, vierta antes en el agua la esencia aromática que
prefiera.
¡ATENCIÓN! No vierta esencias aromáticas ni aceites esenciales directamente
en las piedras, podrían prender fuego. Si está tomando una biosauna o una
sauna romana, no vierta las esencias o los aceites esenciales directamente en
el agua del vaporizador. En su lugar, use el contenedor semiesférico que se
encuentra bajo la tapa del vaporizador.
Con tiempo y práctica, aprenderá a saber mantener el grado adecuado de humedad
relativa, dosificando la cantidad de agua que verter sobre las piedras y proporcionando
un recambio de aire adecuado.
En cualquier caso, puede que este aumento de calor no agrade a todos: pruebe
primero con poca agua, para probar el resultado y, si es necesario, prosiga la operación.
■ En cualquier caso, un par de minutos antes de salir de la sauna, siéntese (en el banco
más bajo) para acostumbrar a su cuerpo a la posición vertical.
■ Una vez que haya salido, su cuerpo necesitará oxígeno: respire lentamente, a ser
posible a través de la nariz, y camine de forma relajada y suelta (no se quede parado; de
lo contrario, la sangre "caerá" a los vasos dilatados de las extremidades inferiores).
¡No espere a los primeros escalofríos para darse una ducha refrescante!
■ No hay nada mejor que el agua fría para restablecer el valor normal de la temperatura
corporal y quitar de la piel cualquier residuo de transpiración:
- Usando el mando de la ducha, y siguiendo el sentido de la circulación sanguínea,
comience desde el exterior del pie derecho y suba hasta la ingle, para después bajar
hasta por la parte interior.
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