Fig. 32: La Luna. Observe las sombras
profundas de los cráteres.
No realizar jamás observaciones con el telescopio apuntando al Sol ni a su área circundante próxima: ¡PELIGRO DE CEGUERA!
Apéndice D: Principios básicos de astronomía
A principios del siglo XVII, el científico Galileo con un tosco telescopio
mucho más pequeño que el LX90, lo enfocó al firmamento en vez de
hacerlo hacia los árboles y montañas distantes. Lo que vio, y lo que
descubrió sobre lo que vio, cambió para siempre el modo en que el género
humano pensaba sobre el universo. ¡Imagínense lo que debió representar
ser el primer ser humano que vio como las lunas giraban alrededor del
planeta Júpiter, o ver las fases cambiantes de Venus! Porque mediante
estas observaciones, Galileo interpretó acertadamente el movimiento de la
Tierra y su posición, girando alrededor del Sol, y al hacerlo consiguió el
nacimiento de la astronomía moderna. Sin embargo el telescopio de
Galileo era tan primitivo, que no pudo descubrir los anillos de Saturno.
El descubrimiento de Galileo puso los cimientos para la comprensión del
movimiento y la naturaleza de los planetas, estrellas y galaxias. Sobre
estos cimientos, Henrietta Leavitt calculó la forma de medir la distancia a
las estrellas; Edwin Hubble propuso un atisbo sobre el origen del universo;
Albert Einstein desveló la relación entre el tiempo y la luz. Casi a diario,
utilizando telescopios muchísimo más avanzados que el tosco usado por
Galileo, como el telescopio espacial Hubble, uno tras otro se están
interpretando y resolviendo los misterios que envolvían el universo.
Estamos viviendo la edad de oro de la astronomía.
Al contrario de lo que ocurre con otras ciencias, la astronomía acepta de
muy buen grado las aportaciones de los aficionados. Muchos de los
conocimientos que poseemos acerca de los cometas, lluvias de
meteoritos, estrellas variables, la Luna y nuestro sistema solar, proceden
de observaciones realizadas por astrónomos aficionados. Así pues, al
mirar a través del telescopio Meade LX90, tenga presente a Galileo. Para
él, el telescopio no era un mero instrumento hecho de vidrio y metal, sino
algo muchísimo más importante: una ventana a través de la cual se puede
atisbar el corazón palpitante del universo, una chispa que incendia la
mente y la imaginación.
Glosario del Autostar
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Objetos o cuerpos celestes en el espacio
A continuación se describen algunos de los innumerables objetos o
cuerpos celestes que se pueden observar con el LX90.
La Luna
La Luna se encuentra a una distancia media de 380.000 kilómetros de la
Tierra. Las mejores condiciones para su observación se dan durante su
fase creciente, cuando la luz del sol incide sobre su superficie en ángulo,
produciendo sombras y una sensación de profundidad que se percibe al
observarla (Fig. 32). Durante la fase de Luna llena, no se observan
sombras. Durante esta fase la Luna, excesivamente iluminada, aparece
plana y ofrece escaso interés al ser observada a través del telescopio. No
olvide utilizar un filtro neutro lunar para observar la Luna. Este no sólo
protege sus ojos de la fuerte reverberación de la Luna, sino que también
realza el contraste, proporcionando una imagen más espectacular.
Apéndice D
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