– Controlar el funcionamiento del avi-
sador acústico.
– Controlar el funcionamiento y las
condiciones de desgaste de las escobillas
del limpiaparabrisas.
– Controlar el funcionamiento de las lu-
ces exteriores y de ser necesario limpiar
los grupos ópticos.
– Comprobar antes de partir, sobre to-
do en caso de viajes nocturnos, la orienta-
ción correcta del haz luminoso.
– Controlar que no hay pérdidas de a-
ceite o de otros líquidos debajo del coche.
– Cerciorarse de que el equipaje está
almacenado correctamente.
– Además de Vd., comprobar que to-
dos los pasajeros se han abrochado los
cinturones de seguridad.
– Comprobar que el freno de mano es-
tá desactivado y que los testigos del ta-
blero de instrumentos no indican anomalí-
as. Para evitar movimientos accidentales
del coche, desactivar el freno de mano
con el freno de pedal pisado.
Además hay que tener en cuenta que:
– Los largos viajes han de afrontarse
en condiciones de forma excelentes y han
de programarse de ser posible, sobre to-
do en los periodos en que la gente se
desplaza por turismo.
– Una alimentación ligera, a base de a-
limentos fáciles de digerir, ayudará a
mantener los reflejos rápidos y la concen-
tración necesaria para conducir con segu-
ridad.
ADVERTENCIA
El abuso de alcohol, dro-
gas y/o de algunas me-
dicinas es muy peligroso. Evitar to-
talmente emprender el viaje en es-
tado de embriaguez y bajo el efec-
to de fármacos o estupefacientes.
DURANTE EL VIAJE
– Conducir con prudencia también signi-
fica ponerse en condiciones de poder pre-
ver un comportamiento incorrecto o im-
prudente de los demás, respetar los lími-
tes de velocidad y ocupar en la marcha
por autopista el carril de la derecha.
– Usar los indicadores en caso de cam-
bio de dirección.
– Encender las luces exteriores al atar-
decer.
– Mantener la distancia de seguridad
desde el vehículo anterior; esta distancia
varía en función de la velocidad, de las
condiciones meteorológicas y de las con-
diciones del tráfico y de la carretera.
– No conducir con la mano apoyada en
la palanca del cambio; el esfuerzo ejerci-
do involuntariamente, aunque sea poco,
determina un desgaste inútil de los ele-
mentos de la caja del cambio.
– No conducir con el cambio en punto
muerto.
– No apoyar inútilmente el pie en el pe-
dal del embrague; esta costumbre puede
provocar el desgaste prematuro de los
componentes de este órgano.
– No conducir durante muchas horas
consecutivas; detenerse periódicamente,
utilizando estas pausas para hacer un po-
co de movimiento y templar el físico.
– Efectuar un recambio del aire constan-
te recurriendo a las numerosas posibilida-
des de regulación que ofrece el sistema
de calefacción y de ventilación o de cli-
matización.
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