Controles para la conducción
Sistemas de seguridad de conducción
El sistema supervisa la presión y la temperatura
de cada neumático mediante los sensores que
se incorporan en cada uno y los receptores
situados dentro del vehículo.
NOTA: El sistema de control de presión
de los neumáticos (TPMS) mostrará los
últimos valores conocidos al inicio,
incluidos los errores y las advertencias.
El sistema comenzará a comunicarse
con los neumáticos sin demora y
actualizará los valores en el panel de
instrumentos. No es necesario que el
vehículo esté en movimiento para que
el sistema se comunique con los
neumáticos.
NOTA: Cuando se instalen neumáticos
nuevos con sensores, navegue a la
pantalla "Tyres" (Neumáticos) en el
sistema de infoentretenimiento de
McLaren (MIS) y toque el ícono de
restablecimiento para que el vehículo
detecte los neumáticos nuevos.
Consulte Neumáticos, página 4.13.
2.36
En un lugar que sea seguro y legal
hacerlo, conduzca el vehículo a una
velocidad entre 25 mph y 60 mph (40
km/h y 100 km/h) durante unos
minutos, y se mostrarán las presiones,
las temperaturas y los tamaños
actualizados.
Si no se realiza el procedimiento de
restablecimiento, el vehículo detectará
automáticamente los neumáticos
nuevos, pero pueden pasar algunos
minutos más antes de que se actualice
la pantalla.
Funcionamiento del sistema de control de
presión de los neumáticos (TPMS)
Si se detecta un neumático con baja o alta
presión o un neumático con alta
temperatura, se enciende la luz de aviso del
sistema de control de presión de los neumáticos
junto con un mensaje de advertencia asociado
en el panel de instrumentos.
Detenga el vehículo lo antes posible, revise todos
los neumáticos, espere a que estos se enfríen e
ínflelos a la presión recomendada; consulte
Presiones de los neumáticos, página 6.46. La luz
de aviso se apagará una vez que los neumáticos
se hayan inflado a la presión adecuada.
ADVERTENCIA: Si conduce con
neumáticos excesivamente
desinflados, los neumáticos se
sobrecalentarán y pueden fallar.
Además, un inflado insuficiente
también reduce el consumo eficiente
de combustible y la duración de la
banda de rodadura de los neumáticos,
y puede afectar a la conducción y al
frenado.
ADVERTENCIA: Un inflado excesivo
provoca una reducción del área de
contacto entre el neumático y la
superficie de la carretera. Conducir
con un neumático demasiado inflado
aumenta las probabilidades de daños
por impacto accidental, desgaste
rápido en el área central de la banda
de rodadura y puede afectar la
capacidad de conducción y detención
del vehículo.