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Si aprendes a adquirir esa sensación, podrás prevenir de hecho la mayoría de las
plegadas mientras usas el acelerador. Si aún así se produjera una plegada, suelta el
acelerador de inmediato y corrige la plegada como se describe a continuación.
Atención: ¡no frenes cuando vayas acelerando a fondo! Los frenos elevan la
sustentación cerca del borde de fuga, lo que hace que el punto principal de
sustentación se desplace hacia atrás y como consecuencia la vela puede perder
estabilidad de manera muy rápida.
Pilotaje - Giros:
El Outback es un parapente que responde rápidamente a los gestos de pilotaje y
reacciona de manera muy directa e inmediata. Ayudar con el peso hace que la vela gire
antes y que la pérdida de altura sea mínima. Cualquier desplazamiento del peso tendrá
mayor efecto cuanto más abierta se lleve la cinta ventral de la silla. El método más
eficiente de girar combina el desplazamiento del peso con la aplicación del freno
interior, factores que determinarán el radio del giro. Una punta de ala que se queda en
pérdida se anunciará a sí misma al irse ligeramente hacia atrás. Si ocurriera esto,
deberán subirse los frenos de inmediato.
En el caso de que resulte imposible controlar el Outback con los frenos, podrán usarse
las bandas C para pilotar y aterrizar. ¡Atención! Frenar un lado demasiado deprisa o
con demasiada amplitud puede dar como resultado que la vela entre en giro negativo.
Pilotaje activo (vuelo en térmica y de ladera):
En condiciones turbulentas, hay que pilotar la vela de manera activa, con algo de freno
aplicado para evitar plegadas. Eso mejora la estabilidad al elevar el ángulo de ataque
de la vela. La vela no debe trepar ni abatir mucho, sino mantenerse encima del piloto.
En vuelo turbulento, si la vela abate habrá que corregirlo frenando enseguida. Una
trepada de la vela se corregirá subiendo los frenos en el momento oportuno. Esto forma
parte del pilotaje activo básico.
Aproximación y aterrizaje
Para evitar situaciones delicadas en la aproximación al aterrizaje, es importante iniciar
la aproximación a una altura adecuada. Eso te dejará tiempo suficiente para observar y
ocuparte de manera adecuada de la dirección del viento y de cualquier otra aeronave
que haya cerca de ti.
El Outback es fácil de aterrizar. El último tramo de la aproximación debe ser contra el
viento. Durante este planeo final, el parapente debe decelerarse lentamente y cuando
se esté más o menos un metro por encima del suelo, dependiendo de las condiciones,
el piloto deberá frenar a tope para el redondeo. Es posible que el parapente vuelva a
subir si se aplica demasiado freno antes de tiempo. Cuanto más fuerte sea el viento
menos freno habrá que aplicar para el aterrizaje. No frenes a tope antes de estar ya
seguramente en el suelo. El planeo final durante la aproximación debe hacerse volando
recto, sin oscilaciones ni giros marcados, pues eso podría dar lugar a penduleos
peligrosos cerca del suelo.
¡Atención! No permitas que la vela caiga con fuerza sobre su borde de ataque. Eso
podría romper el tejido y castiga mucho las costillas del borde de ataque.
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