Limpieza y conservación
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dad, nieve). Como consecuencia de ello corre
el riesgo de no detectar eventuales situacio-
nes de peligro, o de advertirlas demasiado
tarde, y de provocar por ello un accidente.
! Asegúrese de que el túnel de lavado sea
adecuado para el tamaño del vehículo.
Desmonte la antena de la radio/del telé-
fono y pliegue los retrovisores exteriores
antes de introducir el vehículo en un túnel
de lavado. De lo contrario, podrían resultar
dañados el retrovisor exterior, la antena o
el vehículo.
Al abandonar el túnel de lavado, asegúrese
de que la antena esté montada de nuevo y
de que los retrovisores exteriores estén
desplegados por completo.
! Asegúrese de que las ventanillas laterales
estén completamente cerradas, el ventila-
dor de la ventilación/calefacción esté des-
conectado y el interruptor del limpiapara-
brisas se encuentre en la posición 0. En
caso contrario podría activarse, por ejem-
plo, el sensor de lluvia/de luz y provocar el
barrido de forma involuntaria. En dicho
caso podrían producirse daños en el
vehículo.
Elimine la cera del parabrisas y de las esco-
billas de goma del limpiaparabrisas después
de lavar el vehículo. De esta forma evitará la
formación de estrías y reducirá los ruidos de
barrido causados por los residuos existentes
en el cristal.
Lavado del motor
! Es imprescindible que evite la entrada de
agua por las aberturas de aspiración, ven-
tilación y aireación. Si utiliza un aparato de
limpieza a alta presión o por chorro de
vapor, no dirija el chorro directamente a los
componentes eléctricos ni a las conexio-
nes de los cables eléctricos.
Efectúe la conservación del motor tras el
lavado del mismo. Proteja en dicho caso el
accionamiento por correa del producto
conservante.
Llantas de aleación ligera
Limpie regularmente las llantas de aleación
ligera.
! No utilice productos de limpieza ácidos ni
alcalinos. Estos detergentes pueden cau-
sar la corrosión de los tornillos de rueda y
de los muelles de sujeción de las pesas
equilibradoras.
Después de haber circulado por terre-
nos no asentados o zonas de obras
G
ADVERTENCIA
La suciedad existente en el vehículo influye
negativamente en la seguridad vial y de ser-
vicio.
Pueden presentarse en especial las
siguientes situaciones de peligro:
Impacto de piedras. Las piedras encajadas
entre los neumáticos pueden desprenderse
durante la marcha. Podría herir a otros usua-
rios de la vía pública o causar daños en otros
vehículos (especialmente en el parabrisas).
Peligro de derrape. La suciedad y el barro
adheridos a los neumáticos o existentes en la
calzada reducen la adherencia al firme. Esto
sucede especialmente cuando la calzada está
mojada. Por dicho motivo, el vehículo podría
derrapar.
Peligro de lesiones. La suciedad y el barro
adheridos a los peldaños y en los accesos al
vehículo reducen la seguridad de acceso al
mismo. Existe el peligro de que se resbale de
los peldaños y sufra heridas.
Por dicho motivo, limpie siempre detenida-
mente el vehículo después de haber circulado
por terrenos no asentados y zonas de obras
antes de volver a circular por las vías públicas.
Si utiliza para ello un aparato de limpieza a
alta presión o una instalación para el lavado
de vehículos, tenga en cuenta las correspon-