Concentración de Cloro y Sodio
Normalmente, la concentración de cloruros presenta grandes variaciones en relación con la
ingesta de sal, pudiendo alcanzar cifras que oscilan entre los 5 y los 20 g/ 24 horas.
Disminuye la concentración de cloruros: en todos los síndromes hipodróticos (asistolia,
síndrome nefrótico) en los que queda retenida la sal en los líquidos de los edemas,
derrames; en los grandes infiltrados, en la neumonía, en los procesos exudativos; en los
síndromes de deshidratación salina por pérdidas extrarrenales copiosas: vómitos repetidos,
diarreas, fístula intestinal, sudoración profusa, quemaduras extensas, en la obstrucción
intestinal; en la dieta sin sal; en la diabetes insípida; en la insuficiencia renal avanzada; en el
postoperatorio inmediato, por la retención tisular de cloruros.
Aumenta la eliminación de cloruros: en la dieta rica en sal; durante el efecto diurético de los
saluréticos y otros preparados similares; en ciertas nefropatías agudas (necrosis tubular) en la
fase poliúrica que sigue a la anuria; en las nefropatías crónicas (pielonefritis, glomerulonefritis
crónica o riñón poliquístico) con el síndrome de incontinencia salina; en la insuficiencia
suprarrenal de la enfermedad de Addison; hipernatruria: aparece en el Síndrome de Schwartz
– Bartter (secreción excesiva de ADH).
La determinación de sodio urinario es de utilidad diagnóstica en las siguientes situaciones
clínicas: 1) Una concentración urinaria de sodio disminuida indica que existe una pérdida
extrarrenal de sodio, mientras que una concentración urinaria de sodio elevada indica la
existencia de una pérdida renal de sal o de una insuficiencia adrenal; 2) En el diagnóstico
diferencial de Insuficiencia renal aguda, en conjunto con otros elementos diagnósticos
adicionales; 3) En la hiponatremia, una concentración urinaria de sodio reducida indica una
retención de sodio, la cual puede ser atribuible a una severa reducción de volumen o al
estado de retención salina observado en la cirrosis, el síndrome nefrótico y la insuficiencia
cardíaca congestiva.
Potasio en Orina (Potasuria)
Normalmente, la concentración de cloruros presenta grandes variaciones en relación con la
ingesta de sal, pudiendo alcanzar cifras que oscilan entre los 5 y los 20 g/ 24 horas.
Disminuye la concentración de cloruros: en todos los síndromes hipodróticos (asistolia,
síndrome nefrótico) en los que queda retenida la sal en los líquidos de los edemas,
derrames; en los grandes infiltrados, en la neumonía, en los procesos exudativos; en los
síndromes de deshidratación salina por pérdidas extrarrenales copiosas: vómitos repetidos,
diarreas, fístula intestinal, sudoración profusa, quemaduras extensas, en la obstrucción
intestinal; en la dieta sin sal; en la diabetes insípida; en la insuficiencia renal avanzada; en el
postoperatorio inmediato, por la retención tisular de cloruros.
Aumenta la eliminación de cloruros: en la dieta rica en sal; durante el efecto diurético de los
saluréticos y otros preparados similares; en ciertas nefropatías agudas (necrosis tubular) en
la fase poliúrica que sigue a la anuria; en las nefropatías crónicas (pielonefritis,
glomerulonefritis crónica o riñón poliquístico) con el síndrome de incontinencia salina; en la
insuficiencia suprarrenal de la enfermedad de Addison; hipernatruria: aparece en el
Síndrome de Schwartz – Bartter (secreción excesiva de ADH).
La determinación de sodio urinario es de utilidad diagnóstica en las siguientes situaciones
clínicas: 1) Una concentración urinaria de sodio disminuida indica que existe una pérdida
extrarrenal de sodio, mientras que una concentración urinaria de sodio elevada indica la
existencia de una pérdida renal de sal o de una insuficiencia adrenal; 2) En el diagnóstico
diferencial de Insuficiencia renal aguda, en conjunto con otros elementos diagnósticos
adicionales; 3) En la hiponatremia, una concentración urinaria de sodio reducida indica una
retención de sodio, la cual puede ser atribuible a una severa reducción de volumen o al
estado de retención salina observado en la cirrosis, el síndrome nefrótico y la insuficiencia
cardíaca congestiva.
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