Posibles complicaciones relacionadas con la estimulación cerebral profunda.
complicaciones relacionadas con la estimulación cerebral profunda se encuentran las siguientes:
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Complicaciones relacionadas con el dispositivo
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– Cambios no deseados en la estimulación debido a cambios celulares en el tejido que rodea a los
electrodos, cambios en la posición del electrodo, conexiones eléctricas flojas o rotura del electrodo
– Pérdida de beneficios terapéuticos debido a cambios en la posición del electrodo, conexiones
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eléctricas flojas o rotura del electrodo o las extensiones
– Sacudida u hormigueo inicial durante la estimulación; sensación de sacudida o temblor
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– Infección
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– Parestesia
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– Rotura, migración o desplazamiento del electrodo
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– Colocación incorrecta del electrodo
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– Fallo de funcionamiento, rotura o desconexión de las extensiones
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– Fallo del sistema de estimulación cerebral profunda o de la pila interna del dispositivo
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– Fallo de funcionamiento o desplazamiento del sistema de estimulación cerebral profunda
– Apagado o encendido espontáneo del GII
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– Respuesta alérgica o de rechazo a materiales implantados
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– Dolor persistente, tensión o rojez en el lugar de la incisión, o dolor general
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– Erosión general o cutánea local sobre los GII
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– Dolor persistente, tensión o molestias alrededor de los componentes implantados (p. ej., a lo largo de
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la extensión hasta el cuello)
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– Problemas de cicatrización (p. ej., drenaje en el lugar de la incisión) o formación de abscesos
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– Procedimiento neuroquirúrgico adicional para solucionar una de las complicaciones anteriores o
reemplazar un componente averiado
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Complicaciones relacionadas con la estimulación u otras complicaciones
– Empeoramiento de los síntomas de la discapacidad motora y la enfermedad de Parkinson, entre ellos
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discinesia, rigidez, acinesia o bradicinesia, mioclonía, fluctuaciones motoras, marcha anormal o falta
de coordinación, ataxia, temblores y disfasia
– Paresia, astenia, hemiplejia o hemiparesia
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– Distonía
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– Trastorno o deterioro sensorial, incluidos neuropatía, neuralgia, déficit sensorial, cefaleas, y
problemas auditivos y visuales
– Trastornos del lenguaje o el habla, entre ellos afasia, disfagia, disartria e hipofonía
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– Trastornos cognitivos, entre ellos déficit de atención, confusión, desorientación, trastornos de
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pensamiento, alucinaciones, amnesia, delirio, demencia, incapacidad para actuar o tomar decisiones,
acinesia psíquica, pérdida de memoria a largo plazo, trastornos psiquiátricos, depresión, irritabilidad
o fatiga, manía o hipomanía, psicosis, agresividad, inestabilidad emocional, trastornos del sueño,
ansiedad, apatía, somnolencia, alteraciones de la actividad mental, postura inestable y desequilibrio
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– Aparición "de novo" o empeoramiento de una depresión, que puede ser temporal o permanente, e
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ideas de suicidio, intentos de suicidio y materialización del suicidio.
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– Síndrome de las piernas inquietas
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– Parálisis visual supranuclear
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– Hipersexualidad o aumento de la libido
– Respuesta terapéutica reducida
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– Incontinencia o retención urinaria
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– Diarrea o estreñimiento
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– Insuficiencia cardiaca (p. ej., hipotensión, cambios en el ritmo cardíaco o síncope)
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– Dificultad para respirar
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– Aumento de salivación
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– Aumento o pérdida de peso
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Entre las posibles
