controlar el estimulador. Si percibe sensaciones
molestas, apague dispositivo de inmediato.
Interferencias electromagnéticas (IEM). En entornos
domésticos, profesionales, médicos y públicos,
algunos equipos pueden generar IEM con un nivel de
intensidad suficiente para interferir en el
funcionamiento del sistema de neuroestimulación o
dañar los componentes del sistema. Evite acercarse
demasiado a este tipo de fuentes de IEM, entre las
que destacamos: equipos eléctricos comerciales
(como soldadores de arco y hornos de inducción),
equipos de comunicaciones (como transmisores de
microondas o de alta potencia para radioaficionados),
líneas eléctricas de alta tensión, equipos de
identificación por radiofrecuencia (RFID) y algunos
procedimientos médicos (como radioterapia o litotricia
electromagnética).
Cambios de postura. Los cambios de postura o los
movimientos bruscos pueden alterar el nivel de
estimulación y quizás producir sensaciones
desagradables. Apague la estimulación o reduzca su
intensidad antes de estirarse, levantar los brazos por
encima de la cabeza o realizar ejercicio. Si se
producen sensaciones molestas, apague de inmediato
la estimulación.
Equipos de seguridad, antirrobo e identificación por
radiofrecuencia (RFID). Algunos dispositivos
antirrobo, como los utilizados a la entrada o la salida
de grandes almacenes, bibliotecas y otros
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