BERG CYCLES SPORTCROSS Serie Manual Del Usuario página 164

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FUNCIONAMIENTO DE LOS COMPONENTES
C. FRENOS
Para frenar de una forma más efectiva, use ambos frenos de forma simultánea.
Un uso repentino o excesivo del freno delantero puede lanzar al ciclista contra el manillar, lo que puede
conllevar lesiones graves o incluso la muerte.
1. Funcionamiento de los frenos
Por su propia seguridad, es importante que conozca de forma instintiva qué palanca controla cada freno
de la bicicleta. En los Estados Unidos, la palanca derecha controla el freno trasero y la izquierda el freno
delantero. La bicicleta frena debido a la fricción entre las superficies de los frenos (por lo general, las
pastillas de freno) y la llanta de la rueda. Para garantizar una fricción máxima, mantenga las llantas y
las pastillas de freno limpias y libres de aceite, cera o pulimento.
Asegúrese de que puede alcanzar y apretar las palancas de freno con comodidad. Si sus manos son
demasiado pequeñas para emplear las palancas con comodidad, consulte a su distribuidor antes de usar
la bicicleta: puede que baste con ajustar el alcance de las palancas, o tal vez tenga que cambiarlas por
otras con un diseño distinto. La mayor parte de los frenos disponen de un mecanismo de cierre rápido
que permite que las zapatas no molesten a la hora de montar o desmontar la rueda. Si este mecanismo
de cierre rápido está abierto, los frenos no funcionarán. Asegúrese de comprender el funcionamiento del
mecanismo de cierre rápido de los frenos y revíselo siempre que vaya a usar la bicicleta para asegurarse
de que ambos frenos funcionan correctamente.
Los frenos no solo están concebidos para detener la bicicleta, sino también para controlar su velocidad.
La fuerza máxima de frenado de las ruedas se genera en el momento exacto antes de que se bloqueen y
comiencen a patinar. Si las ruedas patinan, perderá casi toda la fuerza de frenado y todo el control sobre
la dirección. Es importante que aprenda a frenar y detenerse con suavidad y sin bloquear las ruedas.
Esta técnica se denomina modulación progresiva de frenada. En vez de poner la palanca en la posición
que estime que generará la fuerza de frenado necesaria, vaya apretándola de forma progresiva para
aumentar poco a poco la fuerza de frenado. Si cree que la rueda está a punto de bloquearse, presione un
poco menos la palanca para que la rueda siga girando sin bloquearse. Es importante desarrollar un co-
nocimiento intuitivo del nivel de presión que hay que aplicar a la palanca de freno para distintas ruedas,
velocidades y superficies. Para ello, intente aplicar distintos niveles de presión a cada palanca de freno
hasta que las ruedas se bloqueen.
Algunos frenos de bicicleta, como los lineales o los de disco, son extremadamente potentes. Familiaríce-
se bien con estos tipos de frenos y tenga mucho cuidado a la hora de usarlos. Si estos frenos se usan de
de forma repentina, las ruedas pueden bloquearse y el ciclista puede perder el control y caerse.
Al activar un freno o ambos, la bicicleta empezará a frenar, pero la estructura mantendrá su inercia. Esto
implica que parte del peso se cargará sobre la rueda delantera (o, en el caso de una frenada brusca,
sobre el buje delantero), lo que puede lanzar al ciclista contra el manillar. Una rueda que carga más peso
admite una presión de frenado mayor antes de bloquearse, y una rueda con menos peso se bloquea con
menos presión de frenado. Así, al usar los frenos su peso se desplazará hacia adelante, y debe mover el
cuerpo hacia atrás para transferir peso a la rueda trasera, reducir la fuerza de frenado trasera y aumen-
tar la fuerza de frenado delantera. Esto resulta especialmente importante en bajadas con fuerte pen-
diente, dado que la cuesta proyecta su peso hacia adelante. El secreto de cómo controlar la velocidad y
frenar de forma eficiente y segura radica en controlar el bloqueo de las ruedas y la transmisión de pesos.
Practique las técnicas de frenado y transmisión de pesos en zonas sin tráfico, riesgos ni distracciones.
Las condiciones de frenado cambian por completo al circular sobre tierra suelta o con lluvia. El agarre
de los neumáticos se reduce, por lo que los frenos tienen menos tracción y agarre y pueden bloquearse
con menos fuerza. La humedad y el barro reducen en agarre de las pastillas de freno. La mejor forma de
mantener el control sobre mojado o tierra suelta es circular a menos velocidad.
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