Además, gracias a su sistema réflex de última generación el ala es
realmente sólida, capaz de navegar sin notar apenas el movimiento.
Con la aplicación de estos avances, la vela se mantiene inflada
permanentemente encima del piloto incluso en turbulencia o al aumentar
la velocidad. Seguridad pasiva sin perder ni una sola prestación.
Su velocidad es también destacable, permitiéndonos cambiar muy rápido
el ritmo y jugar con la aceleración. Un dinamismo ideal para trepadas en
los giros y progresiones acrobáticas a motor.
Cabe resaltar también que a velocidad máxima mantiene un buen planeo,
lo que aporta dos beneficios al piloto: por un lado, la posibilidad de volar
con tamaños más pequeños de vela y, por el otro, la optimización del
combustible.
El rendimiento de esta vela nos permitirá volar con menos fuerza de
motor y ganar así un amplio margen de potencia para los momentos
clave. Exprime la velocidad al máximo sin fatigar al motor.
La respuesta del mando es impresionante y se complementa con otro
mando en el estabilo que permite girar mejor y de forma más segura que
con los frenos normales. Doblamos las opciones de pilotaje para ganar
precisión. Además, se puede usar el mando con el trim abierto sin que el
perfil pierda su cohesión y sin que el mando pierda agilidad.
Testada en varias competiciones por los pilotos de nuestro equipo de
Paramotor, el nuevo Dobermann nos permite pasar las pilonas en los
circuitos con gran facilidad, realizar inimaginables power loops o hacer
vuelos rasantes a gran velocidad.
Vale la pena recordar que el mejor parapente en manos de un mal
piloto no garantiza un final feliz, la seguridad pasiva del DOBERMANN
debe de estar acompañada además, por la seguridad pasiva en los
demás elementos del equipo de vuelo, relación potencia motor –
peso, silla, casco, paracaídas de emergencia, etc. Este extraordinario
comportamiento del DOBERMANN y un pilotaje con sentido común nos
permitirán disfrutar de muchas horas de vuelo con total tranquilidad.
1.4 CONSTRUCCIÓN, MATERIALES
El DOBERMANN no sólo introduce nuevos métodos de diseño sino
también nuevas tecnologías de producción. Del ordenador de Olivier a la
pieza acabada de cortar no es posible un solo milímetro de error, el corte
de cada uno de los elementos de ensamblaje que componen la vela es
cortado uno a uno mediante un riguroso trabajo de corte extremadamente
minucioso. Para el posterior marcaje y enumeración de cada pieza es
utilizado el mismo minucioso sistema, evitando así posibles errores en
este delicado proceso.
El tipo de suspentaje utilizado en el DOBERMANN sorprenderá quizás
a algunos pilotos de paramotor, acostumbrados a repartos de carga
más clásicos y a diámetros más elevados. Los pilotos de paramotor no
pueden quedarse al margen de la evolución tecnológica de los materiales
a la cual el mundo del vuelo en general está viviendo. El argumento de
más grosor es igual a mayor resistencia es opuesto al principio de cuanto
más ligero y resistente mejor. Creemos que toda mejora aerodinámica
debe de ser tenida en cuenta y eso es lo que aplicamos en la fabricación
de nuestros parapentes, sin disminución alguna de la seguridad.
Los suspentes son fabricados semi automáticamente, todas las costuras
son rematadas bajo supervisión ocular de nuestros especialistas.
Organizar el puzle que es el proceso de ensamblaje resulta con este
método más fácil de organizar economizando recursos para un control de
calidad más riguroso.
Todos los parapentes NIVIUK Gliders son sometidos a un control final
extremadamente riguroso. La campana es cortada y ensamblada bajo
estricto orden impuesto por la automatización de este proceso.
Todo el cono de suspentaje es medido en cada vela individualmente
después de su montaje final en la campana.
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