Modificación del dispositivo. El equipo no necesita mantenimiento por parte del usuario. Para evitar
lesiones personales o daños al sistema, no modifique el equipo. Si fuera necesario, devuelva el equipo
a Abbott Medical para su reparación.
Eliminación de componentes. Deseche el cabezal y la funda del GIE junto con los demás desechos
médicos. Devuelva el GIE a Abbott Medical para su eliminación segura si es necesario.
Entornos hospitalarios y médicos
Radioterapia. La radioterapia puede dañar los circuitos electrónicos del sistema de neuroestimulación,
aunque no se han realizado ensayos y no se dispone de información definitiva sobre los efectos de la
radiación. Entre las fuentes de radioterapia se incluyen los rayos X con fines terapéuticos, las bombas
de cobalto y los aceleradores lineales. Si se requiere radioterapia, desconecte el GIE de los electrodos o
extensiones. Es posible que los daños causados al sistema no se detecten de inmediato.
Entornos doméstico y laboral
Interferencias electromagnéticas (IEM). Algunos equipos eléctricos comerciales (como soldadores de
arco, hornos de inducción y soldadores de resistencia), equipos de comunicaciones (como emisores de
microondas, amplificadores eléctricos lineales y transmisores de alta potencia para aficionados) y
conducciones eléctricas de alto voltaje pueden generar IEM suficientes para interferir en el
funcionamiento del sistema de neuroestimulación si se aproxima demasiado.
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