2. El prototipo
Potencia - solidez – facilidad de mantenimiento –
precio de compra interesante: estas características se
aplican perfectamente a las locomotoras diesel Class
66 y Class 77. Alrededor de 650 ejemplares de los dos
tipos ruedan actualmente en las redes europeas. Pero
¿Cómo esta enorme y larga locomotora canadiense
equipada con una tecnología antigua pero ya probada
hace su aparición en la DB?
Para esto, es necesario remontarse atrás en el
tiempo. Tras la liberación del tráfico internacional de
mercancías, aparecieron como champiñones nuevas
empresas
de
(Eisenbahnverkehrsunternehmen:
tuvieron necesidad de locomotoras potentes para
asegurar el tráfico que quitaron a las compañías
nacionales. Mientras que las series diesel de poca o
media potencia (por ejemplo, las series V100 y V60 de
la DB y DR, así como las pequeñas locomotoras)
fueron vendidas a privados en número nada
despreciable, la DB no creó mercado para las grandes
locomotoras diesel.
El número relativamente débil de locomotoras de los
antiguos ferrocarriles nacionales, serie 220 (DB y DR),
221, 228 (ex. DR-V180), 231-241 (Ludmilla), que
circulan hoy día en Alemania, han sido vendidas por la
DB al extranjero en los 90, y han sido revendidas, ya
La Yeoman Highlander tipo JT 26 CW-66 numerada 259 003 en la DB es el modelo que ha precedido a la
transporte
ferroviario
EVU). Estas
Class 66. Seddin, 28 septiembre de 1997.
Original
ya sea cedidas a museos y asociaciones que
entretanto habían fundado su propia sociedad de
transporte y ofrecían, por ejemplo, sus servicios para
trenes de trabajo.
En el cambio del milenio faltaban en Alemania
locomotoras
que
habrían
económicamente la tracción de largos trenes de
mercancías. Las nuevas locomotoras, como las DE
AC33C (llamadas Blue Tiger) de ADtranz-Bombardier
eran caras, por lo que sólo fueron entregadas diez
locomotoras a compañías privadas. Las locomotoras
de ocasión relativamente nuevas, como la ex noruega
ME 26 de Siemens que formaban parte del pool
Dispolok del constructor no brillaban por su fiabilidad.
Entonces, desde Inglaterra desembarca una oferta
interesante. En 1993, el gobierno británico había inicia
la privatización progresiva de los ferrocarriles. La
compañía norteamericana Wisconsin Central RR (WC)
creó la filial English, Welsh & Scottish Railway (EWS)
que retoma una gran parte de la rama de mercancías
de la antigua sociedad British Rail (BR). Como buen
número de antiguas locomotoras de la British Rail
estaban al final de sus días, la EWS quiso encargar 250
nuevas locomotoras. A partir de 1985, la Electro-
Motive Division (EMD) había entregado un total de 15
locomotoras del tipo JT 26 CW-66 al grupo de cons-
l
podido
asegurar
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