Es obvio que la mejor manera de eliminar este problema
es que no se consuman bebidas alcohólicas antes y
durante la conducción.
La investigación médica muestra que el alcohol en el
sistema de una persona puede empeorar las lesiones
causadas por un accidente, especialmente las lesiones
en el cerebro, la columna vertebral o el corazón. Esto
significa que, cuando alguien que ha estado bebiendo –
conductor o pasajero – está envuelto en un accidente,
la probabilidad de esa persona de morir o de quedar
incapacitado permanentemente es mayor que si la
persona no hubiera estado bebiendo.
Control de un vehículo
Los tres siguientes sistemas permiten controlar el vehículo
mientras se conduce – los frenos, la dirección y el acele-
rador. En ocasiones, como cuando se conduce sobre
nieve o hielo, es fácil requerir más de esos sistemas de
control que lo que las llantas y la carretera pueden propor-
cionar. Lo que significa que usted puede perder el control
del vehículo. Vea "Sistema StabiliTrak
Agregar accesorios que no son del Concesionario puede
afectar el desempeño del vehículo. Vea "Accesorios y
modificaciones" en el índice.
" en el índice.
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Frenado
Vea "Luz de advertencia del sistema de frenos" en
el índice.
La acción de frenado implica un tiempo de percepción y
un tiempo de reacción. La decisión de empujar el pedal
de freno es tiempo de percepción. La acción de
empujarlo es tiempo de reacción.
El tiempo de reacción promedio es de aproximadamente
3/4 de segundo. Pero eso es solamente un promedio.
Algunos conductores lo hacen más rápido y a otros les
lleva dos o tres segundos o más. La edad, el estado físico,
el estado de alerta, la coordinación y la vista, todos
forman parte del proceso. De la misma forma lo hacen
el alcohol, las drogas y la frustración. Pero un vehículo
que viaja a 100 kms/h se desplaza 20m (66 pies) en 3/4
de segundo. En una emergencia esto puede ser mucha
distancia, así que es importante mantener suficiente
espacio entre el vehículo y el que está delante suyo.
Y, por supuesto, las distancias de paro reales varían
enormemente con la superficie del camino (ya sea
pavimento o grava); su estado (mojado, seco, con hielo);
el rodamiento de las llantas; la condición de los frenos;
el peso del vehículo y la cantidad de fuerza aplicada al
freno.
Sección 5
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