Condensación en las paredes interiores del frigorífico.
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El tiempo cálido y húmedo favorece la formación de hielo y la condensación. Esto es
perfectamente normal, no es ninguna avería.
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Las puertas están entreabiertas. Asegúrese de que las puertas estén completamente
cerradas.
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Es posible que las puertas se hayan estado abriendo con frecuencia o que se hayan
dejado abiertas durante un periodo prolongado. Abra las puertas con menos frecuencia.
Hay humedad en el exterior del frigorífico o entre las puertas.
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Puede que haya humedad ambiental. Esto es perfectamente normal en climas húmedos.
Cuando el grado de humedad descienda, la condensación desaparecerá.
Mal olor en el interior del frigorífico.
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El interior del frigorífico debe limpiarse. Limpie el interior del frigorífico con una esponja
empapada en agua caliente o agua con gas.
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Es posible que el olor provenga de algún recipiente o envoltorio. Utilice otro recipiente o
materiales para envolver de una marca diferente.
La puerta (o puertas) no se cierra.
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Puede que los paquetes de alimentos depositados no dejen que las puertas se cierren.
Recoloque los paquetes que estén obstruyendo la puerta.
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Es probable que el frigorífico no esté en posición completamente vertical sobre el suelo y
que oscile si se lo mueve ligeramente. Ajuste los tornillos de elevación.
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El suelo no está nivelado o no es firme. Compruebe que el suelo esté nivelado y que sea
capaz de soportar el peso del frigorífico.
Los cajones están atascados.
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Es posible que algún alimento toque el techo del cajón. Cambie la distribución de los
alimentos en el cajón.
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ES