10.1 CORTE GENERAL
Fije la pieza de trabajo si es posible. Coloque la parte delantera del pie de apoyo en la pieza de
trabajo (asegúrese de que la hoja no está en contacto con la pieza) e inicie el corte, ejerciendo
presión suficiente en la dirección de corte manteniendo el pie de apoyo siempre firmemente
presionado contra la pieza de trabajo. No fuerce el corte o bloquee la hoja. No doble ni tuerza
la hoja, deje que la herramienta y la hoja hagan el trabajo.
En general, las hojas más gruesas son para madera y plásticos, y las más finas son para cortar
metal. Los ruidos o las vibraciones indican que puede ser que necesite una hoja más fina o
mayor velocidad. Si la hoja se sobrecalienta o se atasca, esto puede indicar que necesita una
hoja más gruesa. Sustituya las hojas cuando se desafilen. Las hojas desafiladas o dañadas
producirán resultados pobres y podrían sobrecalentar la sierra.
10.2 CORTE DE INMERSIÓN
Marque claramente la línea de corte, desde un punto de partida conveniente dentro del área de
corte.
Coloque la punta de la hoja sobre ese punto con la sierra paralela a la línea de corte, baje
lentamente la sierra hasta que el borde inferior del pie de apoyo esté apoyado en la pieza de
trabajo y la hoja no esté en contacto con la pieza de trabajo. Encienda la sierra y déjela
alcanzar la velocidad máxima. Con la sierra apoyada en el pie de apoyo, incline lentamente la
sierra hacia delante para bajar la hoja sobre la línea de corte. Continúe este movimiento hasta
que la hoja de la sierra esté perpendicular a la pieza de trabajo.
10.3 CORTE DE METAL
Las hojas específicamente diseñadas para el corte de metal deben ser utilizadas para ese fin.
Puede utilizar aceite ligero como refrigerante al cortar metal, esto evita el sobrecalentamiento
de la hoja, la ayuda a cortar más rápidamente y promueve una mayor vida útil de la hoja.
11 LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO
11.1 LIMPIEZA
Mantenga las ranuras de ventilación de la herramienta limpias para evitar el
sobrecalentamiento del motor.
Limpie regularmente el aparato con un paño, preferentemente después de cada uso.
Mantenga las ranuras de ventilación libres de polvo y suciedad.
Si la suciedad persiste, utilice un paño humedecido con agua con jabón.
Nunca use disolventes como gasolina, alcohol, agua con amoníaco, etc.
Estos disolventes pueden dañar las piezas plásticas.
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