a) La estancia debe estar preparada con un sistema de ventilación que
facilite la salida del humo y los gases de la combustión hacia el exterior.
En casos específicos es posible tener que recurrir a campanas o
extractores eléctricos para forzar la ventilación.
b) El orificio de entrada de aire para la ventilación debe ser lo suficientemente
grande para permitir un flujo de aire de al menos 2 m³/h por kW de
capacidad calorífica instalada.
El conducto de entrada del aire exterior para la ventilación, ha de tener un
mínimo de 100 cm² y no debe poder bloquearse u obstruirse fácilmente.
Los equipos de gas sin dispositivos de seguridad, deben tener una
ventilación el doble de volumen que un equipo con protección. Por
ejemplo, un mínimo de 200 cm² (Fig.3), otra opción (menos aconsejable)
sería utilizar una habitación adyacente con entrada de ventilación (Fig.4)
en este caso la puerta ha de tener suficiente holgura en la parte inferior
para permitir la ventilación aunque esta esté cerrada.
c) Si va a realizar un uso prolongado y continuo de la placa de gas, le
recomendamos que aumente el sistema de ventilación de la estancia
donde esté instalada la placa de gas.
Mediante un extractor
Directamente al exterior
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