INDICACIONES DE SERVICIO
Lavado
La mejor protección del vehículo contra las
influencias nocivas del medio ambiente son
lavados y conservaciones frecuentes.
La frecuencia con la que se debe lavar y
conservar el vehículo depende, entre otros
factores, de la frecuencia de uso, del tipo
de aparcamiento (garaje, estacionamien-
to bajo árboles, etc.), de la época del año
y de las condiciones e influencias climatoló-
gicas.
Cuanto más tiempo esté sometida la pin-
tura a los efectos de excrementos de pája-
ros, restos de insectos, resina de los árbo-
les, polvo industrial, manchas de alquitrán,
partículas de hollín, sales anticongelantes
y otras sedimentaciones agresivas, tanto
más destructor será su efecto. Por consi-
guiente, puede ser necesario un lavado
semanal en determinadas circunstancias;
sin embargo, también es del todo suficien-
te un lavado mensual con su correspon-
diente conservación.
Al finalizar el período de esparcido de sa-
les anticongelantes, deberán lavarse a fon-
do sin falta los bajos del vehículo.
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Instalaciones de lavado automáticas
La pintura del vehículo es tan resistente que
éste se puede lavar sin problemas en una ins-
talación de lavado automática. Sin embargo,
el esfuerzo a que está sometida la pintura de-
pende en gran medida del diseño de la instala-
ción de lavado, del filtrado del agua de lavado,
del tipo de detergente y conservante, etc. En
caso de que, después del lavado, aparezca
mate la pintura o incluso presente rasguños,
habrá que indicarle inmediatamente lo sucedi-
do al encargado de la instalación; de ser nece-
sario, cambiar de instalación de lavado.
Notas
n Antes de utilizar un túnel de lavado au-
tomático, aparte de los preparativos habi-
tuales (cerrar ventanillas y techo corredizo
y girar la antena de techo, etc.) no hay nada
más que tener en cuenta.
Atención
No apretar la antena de techo en la
posición inferior.
n Si en el vehículo se encuentran piezas
adosadas especiales (p. ej., spoiler, baca,
antenas de radioemisora, etc.), lo mejor será
consultar al encargado de la instalación.
n Después del lavado automático con con-
servación habrá que desengrasar las fal-
dillas de goma de las escobillas limpiapa-
rabrisas, así como limpiar y desengrasar
el parabrisas (o en vehículos con limpialu-
netas, también la luneta trasera).
Lavado manual del vehículo
En interés del medio ambiente, se
debería lavar el vehículo sólo en lu-
gares previstos para ello. En deter-
minadas zonas puede incluso estar pro-
hibido el lavado de automóviles fuera de
dichos lugares.
Ablandar primero la suciedad con abun-
dante agua y enjuagar lo mejor posible.
A continuación, lavar el vehículo comen-
zando por el techo, de arriba a abajo, pre-
sionando suavemente con una esponja,
guante o cepillo de lavar. Utilizar el cham-
pú solamente para la suciedad difícil de
eliminar.
Lavar bien y con mucha frecuencia la
esponja o el guante de lavado.
Dejar para el final la limpieza de las rue-
das, los umbrales de puerta, etc., utilizan-
do, a ser posible una segunda esponja.
Después del lavado, enjuagar esmerada-
mente con agua el vehículo y secarlo con
una gamuza.