En general, se recomienda reemplazar en
parejas las llantas delanteras y traseras,
si las llantas gastadas aún tengan
profundidad de la banda de rodadura
utilizable.
Para evitar un posible mal funcionamiento
de la tracción en las cuatro ruedas (4WD)
o daños en el sistema (4WD), se
recomienda reemplazar las cuatro llantas
en lugar de mezclar significativamente
llantas gastadas con llantas nuevas.
Los sensores de presión de las llantas
montados en las ruedas (que vienen
originalmente en su vehículo) no están
diseñados para uso en ruedas de posventa.
El uso de ruedas o llantas no
recomendadas puede afectar el
funcionamiento del sistema de monitoreo
de presión de las llantas.
Si el indicador del sistema de monitoreo
de presión de las llantas parpadea,
significa que su sistema está fallando. La
llanta de reemplazo puede ser
incompatible con su sistema de monitoreo
de presión de las llantas o alguno de los
componentes del sistema puede estar
dañado.
Prácticas de seguridad
ALERTA: Si su vehículo está
atascado en nieve, lodo o arena, no haga
girar las llantas rápidamente; esto puede
provocar la ruptura de una de estas y
causar una explosión. Las llantas pueden
explotar en un lapso de apenas tres a
cinco segundos.
ALERTA: Evite hacer girar las
ruedas a velocidades mayores que
55 km/h. Las llantas podrían sufrir daños
y lesionar a pasajeros y a personas en
las cercanías.
Ruedas y llantas
Los hábitos de conducción tienen
mucho que ver con el kilometraje y la
seguridad de las llantas.
*Respete los límites legales de velocidad
*Evite hacer arranques, paradas y virajes
rápidos.
*Evite los baches y los objetos en el
camino.
*No pase sobre los bordes de las aceras
ni golpee las llantas contra la acera al
estacionar.
Peligros en las carreteras
No importa lo cuidadoso que sea al
manejar, siempre existe la posibilidad de
que se desinfle una llanta en la carretera.
Maneje lentamente hasta el área más
segura posible, lejos del tráfico vehicular.
Lo anterior podría dañar aún más la llanta
baja, pero su seguridad es lo más
importante.
Si detecta una vibración o alteración
repentina de la maniobrabilidad mientras
conduce, o sospecha que una llanta o el
vehículo se han dañado, reduzca
inmediatamente la velocidad. Maneje con
precaución hasta que pueda salir en forma
segura del camino. Deténgase y revise si
hay daño en las llantas. Si una llanta está
parcialmente desinflada o dañada,
desínflela totalmente, desmonte la rueda
y reemplácela por el ensamble de llanta y
rueda de refacción. Si no puede encontrar
una causa, haga remolcar el vehículo hasta
el taller de reparaciones o distribuidor de
llantas más cercano para que inspeccionen
el vehículo.
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