La presurización estará comprendida en los valores de la tabla de datos técnicos.
IMPORTANTE
El salto térmico entre la alimentación y el retorno no superará los 15°C, a fin de evitar choques térmicos a las estructu-
ras de la caldera . La temperatura de retorno de la instalación será superior a 55°C, para proteger la caldera contra la
corrosión producida por la condensación de los humos sobre superficies demasiado frías; a tal respecto, es conveniente
atenuar la temperatura de retorno y para ello se instalará una válvula mezcladora de 3 ó 4 vías. Por esta razón la garan-
tía no ampara daños provocados por la condensación.
Es obligatorio instalar una bomba de recirculación (bomba anticondensación) para mezclar los retornos fríos. El caudal
mínimo de dicha bomba será de cerca de 5 m3/h y, de todas formas, será igual a aprox. 1/3 del caudal de la bomba de
la instalación de calefacción.
Se necesario tener siempre encendido el interruptor del quemador, para que la temperatura del agua de la caldera se
mantenga más o menos en el valor prefijado con el termostato.
En el caso de escasa hermeticidad al humo de la parte anterior de la caldera (puerta y placa del quemador) o
posterior (caja de humo), será necesario regular los tirantes de cierre de cada pieza. De no ser suficiente, hay
que sustituir las respectivas juntas.
ATENCION
•
No abrir la puerta ni quitar la caja de humo si el quemador está habilitado y, de todas formas, hay que esperar unos
cuantos minutos después de haberlo apagado a fin de que se enfríen las partes aislantes.
LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO
Antes de llevar a cabo cualquier trabajo de limpieza y mantenimiento, hay que deshabilitar la alimentación del
combustible y desconectar la corriente eléctrica.
El ahorro de ejercicio se conseguirá si las superficies de intercambio están limpias y si el quemador está regulado bien,
por lo que es conveniente:
- Limpiar el haz de tubos con el cepillo correspondiente suministrado, así como los turbulenciadores, una vez al mes más
o menos si el funcionamiento es con nafta; cada tres meses si se utiliza gasóleo y una vez al año si funciona con gas.
Los intervalos de tiempo para la limpieza dependerán de todas formas de las características de la instalación.
Para una limpieza rápida, basta sólo abrir la puerta anterior, extraer los turbulenciadores y cepillar los tubos con el cepillo
destinado a ello. Para una limpieza más a fondo, es preciso desmontar la caja de humo y eliminar los residuos carbonosos.
- Efectuar el control de la regulación del quemador encargando de ello a personal cualificado profesionalmente;
- Analizar el agua de la instalación y efectuar un tratamiento adecuado a fin de impedir que se formen incrustaciones, que
al principio reducen el rendimiento de la caldera y con el pasar del tiempo pueden causar su rotura;
- Controlar las perfectas condiciones de los revestimientos refractarios y de las juntas estancas al humo, y, de ser nece-
sario, sustituirlas;
- Verificar periódicamente la eficiencia de los instrumentos de regulación y seguridad de la instalación.
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EJERCICIO