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12. Mantenimiento y conservación
Ventilación
12.5
Es imprescindible ventilar y airear adecuadamente el interior del
vehículo para mantener un ambiente agradable. Especialmente
en los días más frescos o después de un largo período de no usar
el vehículo, se observa un aumento de la humedad en el interior
de los vehículos de ocio. La humedad puede ser especialmente
fuerte en vidrios de un solo cristal. A veces incluso se pueden
observar lugares húmedos en las superficies de los muebles, en
el interior de las paredes exteriores, a menudo también en los
armarios. El moho también puede surgir como resultado de la
humedad y extenderse rápidamente a otras superficies. Este
fenómeno no solo perjudica el bienestar, sino que también pu-
ede causar daños en los componentes.
Esta humedad suele provenir del aire del habitáculo. El aire tiene
la propiedad de combinarse con el agua. Cuanto más caliente es
el aire, más agua puede retener (humedad relativa). Si se enfría
el aire que contiene mucho vapor de agua y alcanza el límite de
saturación, se liberará parte del agua en forma de condensación.
Esto se conoce como "puentes fríos". Se favorecerá la formación
de humedad, si se reduce la circulación de aire por elementos
estructurales o a una insuficiente ventilación.
El agua condensada se forma por
- una amplitud reducida de espacio
- la respiración y transpiración de los ocupantes del vehículo
- llevar ropa húmeda
- el funcionamiento de la cocina de gas
- Al ducharse, lavar o fregar con agua muy caliente.
Durante el sueño, una persona libera alrededor de un litro de agua
por noche a través de la piel y el aire respirado. El vapor de agua
adicional absorbido por el aire deberá eliminarse regularmente
del vehículo recreativo, proporcionando suficiente ventilación. Es
necesario ventilar de 0,5 a 1,0 vez por hora por razones higiénicas
y para que se mantenga baja la carga de contaminantes y olores
en el ambiente.
¡Para evitar daños debido a la formación de agua condensa-
da habrá que procurar que siempre haya suficiente inter-
cambio de aire!
Cuando se ventile y se vuelva a calentar el espacio, abrir to-
das las puertas de los armarios, también los colgantes, para
airear de manera óptima.
Si se produce una fuerte concentración de humedad en el aire,
puede provocar corrosión en los bordes de los espejos. Por lo
que después de ventilar se deberán secar las zonas de humedad
que queden, utilizando un paño sin detergente.
Ventile de acuerdo a las necesidades, siendo consciente al
mismo tiempo de la energía que se gasta. Esto puede hacer
que se pierda algo de energía de la calefacción. Sin embargo,
este hecho debe aceptarse ya que nos interesa mantener
unas condiciones climáticas sanas en el interior y para evitar
daños por humedad. Es importante mantener esta pérdida lo
más baja posible.
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