Información general sobre la medición de temperaturas
Debe lograrse un equilibrio de temperatura entre el sensor de medida y el objeto que se desea medir, para
obtener lecturas correctas. Es fácil lograrlo cuando se miden líquidos en grandes cantidades u objetos de
grandes dimensiones con un alto contenido calorífico. Debe garantizarse que el tubo y el cabezal del
sensor no se ven influenciados por otra temperatura como puede ser la temperatura ambiente del aire.
Por consiguiente, se recomienda sumergir totalmente el sensor o colocar una pantalla en el tubo. La
pantalla puede ser de poliéster o de goma de espuma, de aproximadamente 3 cm de diámetro, y
suficientemente larga para proteger la longitud expuesta del tubo, que se introducirá por el centro. En el
caso de medición de superficies con una sonda de temperatura OT 100, el bloque de poliéster o de
espuma de goma con una longitud de lado de como mínimo 30 mm será suficiente para proteger contra el
calor o frío por convección cuando se realicen mediciones de temperaturas en paredes.
En el caso de materiales que sean malos conductores del calor de bajo contenido térmico (p.e., lana de
roca, lana de vidrio, etc.), con frecuencia no es posible lograr una medición correcta de la temperatura
con sensores eléctricos. Para obtener resultados aprovechables, podría ser necesario bien tener en cuenta
la temperatura o realizar mediciones aproximadas.
Cuando se miden materiales aislantes cuya temperatura en la superficie, por regla general, coincide con la
temperatura ambiente, debe emplease la sonda insertable para temperaturas ET 50. Sin embargo, los
tiempos de medición o de respuesta aumentan considerablemente.
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