Anchura = Anchura de los depósitos + 400 mm
Longitud = Longitud de los depósitos + 400 mm
Profundidad = Altura total de los depósitos + 200 mm
En caso de tener que enterrar a más profundidad los
depósitos, prever una solera de hormigón o bien tapar
primero los depósitos con placas de poliestireno
expandido (ver catálogo ROTH).
Aconsejamos dejar la parte superior de la torre de realce
y de la boca de inspección a una altura mínima de 100
mm por encima del nivel del suelo definitivo.
Comprobar las alturas antes de empezar la obra.
Aconsejamos colocar los depósitos en línea recta, para
evitar los posibles atascos de las tuberías de entrada y
salida.
Casos especiales
Suelo no estabilizado. En este caso se debe realizar una obra complementaria para
proteger el depósito de roturas (cubeto de hormigón o cubeto de bloques).
Zonas arboladas. Respetar como mínimo unos 5 metros de zona de protección.
Presencia de una capa freática a altura variable. Nunca enterrar directamente nuestros
depósitos si la altura de la capa freática es superior al fondo del depósito una vez instalado.
Prever un cubeto de hormigón armado.
En caso de paso rodado (vehículos), es obligatorio proteger los depósitos con una losa de
hormigón calculada para tal efecto y prever unas arquetas de hierro fundido adecuadas al
peso de los vehículos, para poder tener acceso a las dos torres y a la tapa de acceso de la
boca de hombre del digestor. Esta losa de hormigón, por las características técnicas de
nuestro producto no puede ir descansando sobre el depósito.
Una vez hecha la zanja y antes de introducir nuestro conjunto, debemos rellenar el fondo del
hueco con una capa compacta y homogénea de arena de unos 100 mm de espesor. A esta
capa de arena es a la que denominamos lecho. Con el terreno preparado, se procede a la
introducción de nuestro conjunto. Es de suma importancia que éste se coloque estable, para ello
debemos poner especial cuidado en el asentamiento del lecho de arena. Respetar el sentido de
circulación del agua indicado por "entrada" y "salida" o pegatinas con flecha.
Relleno de la zanja
LLENAR POR COMPLETO LOS DEPÓSITOS CON AGUA LIMPIA ANTES DE CUBRIRLOS.
Terminar el rellenado de la zanja y cubrirla con la tierra vegetal almacenada previamente (unos
15 cm). Rellenar lateralmente la zanja con arena (estabilizada o no) o con tierra vegetal (de
espesor aproximado de 20 cm) exento de cualquier material punzante. Este relleno se debe
compactar con precaución (mojando) al mismo tiempo que se vaya rellenando la zanja.
Se debe rellenar a la misma velocidad el interior de los depósitos con agua limpia, para
equilibrar presiones y evitar roturas.
Número de revisión: 02
Fig.6. Detalle de zanja con depósito
C.G-DIV III-020
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