Luego se debe repasar con el mismo trapo a los platos y a la polea del cambio trasero, eliminando
la grasa acumulada en las rueditas del mismo.
Una vez enjuagado y secado cuidadosamente, se debe lubricar con una ligera capa de un lubricante
siliconado en aerosol u otro específico para transmisión de bicicletas (NUNCA ACEITE
COMESTIBLE), repartiendo uniformemente en toda la cadena (Fig.19).
El procedimiento de desengrase y posterior lubricación, debe hacerse periódicamente dependiendo
de la frecuencia de uso de la bicicleta y del po de terreno por donde se circule.
Tensión de la cadena:
La tensión de la cadena será ajustada por el cambio trasero.
Rayos:
Los rayos son una parte muy importante de la bicicleta. Poca tensión o la pérdida o corte de alguno
de ellos tendrán un efecto negativo en la estabilidad del ciclista. La correcta tensión en los rayos
debe ser controlada regularmente por un servicio técnico especializado.
Atención:
Verifique siempre que todos los rayos tengan una tensión pareja y las ruedas estén perfectamente
centradas, sin ovalizaciones ni alabeos que perjudiquen su libre rotación.
Llantas:
Verifique siempre que las llantas no hayan sido afectadas por golpes que modifiquen su diámetro
en algún punto, ni su perfil lateral.
MANTENIMIENTO DE LAS PARTES MÓVILES
(masas, cambios internos, caja pedalera y juego de dirección)
Una vez por año se debe realizar una revisión completa de los movimientos de la bicicleta,
cambiando la grasa de cada componente y de ser necesario los componentes desgastados. Para
ello se recomienda acudir a un técnico especializado.
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