situados en la zona diana (objetivo) seleccionada en
el cerebro para proporcionar estimulación terapéutica.
El imán del paciente puede encender y apagar el GII
si el médico ha habilitado esta función. El médico
utiliza el programador para crear y modificar los
programas de los pacientes. El paciente utiliza el
controlador para controlar el programa que se le ha
prescrito.
La siguiente imagen ilustra la interacción prevista de
los principales componentes del sistema.
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