Efectos adversos
La estimulación cerebral profunda puede tener los
siguientes efectos adversos:
Posibles complicaciones quirúrgicas. Entre las
posibles complicaciones quirúrgicas se encuentran
las siguientes: hemorragia intracraneal (que puede
causar apoplejía, parálisis o la muerte); hemorragia
subcutánea o seroma; hematoma; fuga o alteraciones
del líquido cefalorraquídeo; contusión cerebral;
infección o inflamación; anafilaxia por antibióticos;
trastornos cutáneos; edema; dolor persistente en el
lugar de la intervención o del GII; erosión; lesiones del
plexo braquial (nervios al torso, hombro y mano);
dolor, estrés o molestias posoperatorios; neuropatía
(degeneración nerviosa); hemiparesia (debilidad
muscular o parálisis parcial de un lado del cuerpo);
balismo o hemibalismo (movimientos incontrolables
que afectan a uno o ambos lados del cuerpo);
confusión transitoria, nocturna o permanente;
deterioro cognitivo, incluidos delirio, demencia,
desorientación, psicosis y dificultades en el habla;
afasia; trombosis venosa profunda; complicaciones
por la anestesia; flebitis (inflamación venosa); embolia
pulmonar (bloqueo súbito de los vasos sanguíneos);
procedimientos abortados (embolia gaseosa,
imposibilidad para hallar la zona diana,
complicaciones quirúrgicas, etc.); complicaciones por
alteraciones fisiológicas inusuales del paciente,
incluidos los fenómenos asociados al rechazo de
19