Seguridad ante el sistema de tratamiento UV
Introducción
El sistema de tratamiento UV de las impresoras Arizona genera niveles peligrosos
de energía térmica, eléctrica y UV.
Estas impresoras utilizan tinta curable UV que requiere un elevado nivel energético de
luz UV para tratar. El sistema consta de dos lámparas de arco de mercurio de presión
media conectadas al carro. La tinta está diseñada empleando el fotoiniciador adecuado
para tratar con la máxima longitud de onda eficaz de la lámpara (366 nm).
Peligro por lámparas UV: Incluso una breve exposición a la luz UV puede causar daños
superficiales en los ojos y quemaduras en la piel. Pueden producirse lesiones graves debido
a la exposición prolongada, sobre todo sin protección. Las lámparas UV funcionan a
temperaturas muy altas (800 °C aproximadamente). Por este motivo, no toque nunca
una lámpara que haya estado funcionando. Espere a que la lámpara se enfríe antes de
realizar cualquier tipo de mantenimiento y extreme el cuidado al manipular los cartuchos
de las lámparas. Las bombillas UV contienen una pequeña cantidad de mercurio metálico
que es tóxico por ingestión, manipulación o aspiración. Por tanto, si las bombillas se
rompen, hay que limpiar inmediatamente el material derramado y eliminarlo de acuerdo
con la normativa local sobre eliminación de mercurio.
Debe evitarse el contacto de la piel desnuda con las lámparas UV. Cuando los compuestos
presentes en la piel se calientan con lámparas que funcionan de 600 a 850° C forman en
la superficie de cuarzo un ácido permanente que puede reducir la transmisión de energía
UV. Una lámpara contaminada puede acabar sobrecalentándose y dejar de funcionar
prematuramente.
Ozono: El ozono es un gas tóxico que generan todas las lámparas UV de media presión.
Cuando la lámpara se calienta, atraviesa brevemente una sección del espectro luminoso
que produce en las moléculas de oxígeno una excitación suficiente para crear ozono. Una
vez que la lámpara UV se ha calentado por completo, sólo quedan minúsculas cantidades
de ozono.
Nota:
Una concentración elevada de ozono puede producir irritación, dolor de cabeza o náuseas.
Debe proporcionarse una ventilación adecuada, tal como se indica en el manual Site
Preparation Guide.
Seguridad ante el sistema de tratamiento UV
Capítulo 3 - Información de seguridad
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