Utilice Leña Seca
Algunos tipos de leña son más fáciles de quemar que
otros. Las mejores, y más fáciles de quemar, son
siempre las leñas secas. Utilizando leña seca, reducirá
el hollín. La leña húmeda tiene menos poder calorífico.
Ésta reduce la temperatura de combustión del fuego,
es difícil de encender, arde mal y provoca humo. Si
utiliza leña húmeda está favoreciendo la formación de
depósitos (hollín) en la chimenea y los conductos de
humo o en el cristal de la puerta.
Temperatura de los gases de combustión
El aspecto más importante del funcionamiento de una
estufa, es el de mantener una temperatura alta
durante la combustión. Si la combustión está a una
temperatura correcta, el hollín y los depósitos se
quemarán. Si éstos no se queman, quedan pegados
dentro de la estufa, en los conductos de humo y en la
chimenea. Para mantener una temperatura alta, se
recomienda disponer de un termómetro para medirla
en cada momento.
Las altas temperaturas en la combustión, son el secreto
para mantener un cristal limpio. Cuándo cargue la leña,
ponga uno o dos troncos a la vez, dependiendo del
tamaño. Si carga más leña de la recomendada tendrá
una combustión pobre, la cual hará que el cristal acabe
sucio y lleno de humo.
Recomendamos dejar trabajar a la estufa a una
temperatura de 250ºC antes de reducir la entrada de
aire. Éste proceso siempre se debe llevar a cabo
durante el encendido y después de cargar la estufa.
Tiempo de almacenaje de la leña
La leña cortada y almacenada de forma horizontal y
ventilada, se seca mejor que la leña almacenada en
vertical, en pilas. Los trozos de leña de forma cuadrada
se secan mejor que los de forma redonda. Si la leña es
demasiado pequeña para cortarla, ésta debe ser
drenada eliminando parte de la corteza. Los troncos
redondos que se dejan más de un año a la intemperie,
al final se pueden pudrir.
El tiempo de secado de la leña debe ser como mínimo
de 18 meses a 2 años. Éste periodo se puede acortar
(de 12 a 15 meses) si la leña se corta con la medida
adecuada y se almacena inmediatamente bajo una
cubierta ventilada.
4. SEGURIDAD
Avise a las personas mayores, así como a los niños que
tengan cuidado con las altas temperaturas que
presenta la superficie de la estufa y se mantengan lejos
con el objetivo de evitar quemaduras.
Supervise a los niños cuándo estén en la habitación
dónde esta colocada la estufa y utilice un protector
para la misma. Es imprescindible que los controles de
la estufa, así como los tubos de la chimenea estén
siempre limpios y en buen estado.
La estufa debe ser revisada antes de usarla, así como la
chimenea limpiada como mínimo una vez al año.
Deberá hacer ésta operación más a menudo si la estufa
no se enciende habitualmente, la instalación es pobre
o bien se utiliza combustible de baja calidad.
ATENCIÓN: La estufa está muy caliente durante su
funcionamiento. No toque la superficie. Mantenga los
niños, la ropa y el mobiliario lejos de la misma. El
contacto puede provocar quemaduras en la piel.
Los muebles y otros materiales inflamables deben
guardar la distancia de seguridad necesaria (Fig. 24).
No sobrecargue la estufa. Si algúna parte de la estufa o
de la chimenea, empieza a brillar o a cambiar de color,
implica que usted está sobrecalentando la estufa. Si
detecta sobrecalentamiento de la estufa, proceda a
apagarla para evitar dañar las piezas de hierro fundido.
Por favor, siga estas recomendaciones:
• No agregue más combustible.
• Abra la puerta de su estufa ligeramente para que
entre más aire. Esto hará que inicialmente las llamas
crezcan y consuman el combustible más rápidamente,
pero también enfriará la chimenea y reducirá el tiro,
enfriando la estufa.
Fig. 24. Medidas en cm.
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