Emisión de armónicos
Todas las unidades trifásicas de 380-480 V
cumplen la norma EN 61000-3-2.
Entornos agresivos
Al igual que cualquier equipo electrónico, los
convertidores de frecuencia contienen varios
componentes mecánicos y electrónicos que
son vulnerables en diferente medida a la
influencia del entorno.
Por lo tanto, el convertidor de frecuencia
no debe instalarse en entornos donde
haya líquidos, partículas o gases en el
aire, pues podrían verse afectados los componentes
electrónicos. Si no se adoptan las medidas necesarias
para proteger el convertidor de frecuencia, éste puede
sufrir paradas que reducirán su duración.
Líquidos: el aire puede transportar líquidos que se
condensan en el convertidor de frecuencia. Además,
facilitan la corrosión galvánica de los componentes
y las piezas metálicas. El vapor, la grasa y el agua
salada también pueden provocar la corrosión de los
componentes y las piezas metálicas. En estas áreas es
recomendable instalar las unidades en armari os. Como
mínimo, los armarios deben ser alojamientos IP 54.
Partículas : las partículas suspendidas en el aire,
como el polvo, pueden causar fallos mecánicos,
eléctricos y térmicos en el convertidor de frecuencia.
Un signo habitual de que hay demasiadas partículas
en el aire es la concentración de partículas de polvo
alrededor del ventilador del convertidor de frecuencia.
En áreas muy polvorientas es recomendable instalar
las unidades en armarios. Como mínimo, los
armarios deben ser alojamientos IP 54.
Gases agresivos : los gases agresivos, como
azufre, nitrógeno y cloro, así como una humedad y
temperatura altas, facilitan posibles procesos químicos
en los componentes del convertidor de frecuencia.
Estos procesos afectan y dañan rápidamente los
circuitos electrónicos. En estas áreas es recomendable
instalar la unidad en armarios donde circule el aire,
pues de este modo los gases agresivos se mantienen
alejados del convertidor de frecuencia.
¡NOTA!:
La instalación de convertidores de frecuencia
en entornos agresivos aumenta el riesgo
de paradas y reduce considerablemente
la duración de la unidad.
Antes de instalar el convertidor de frecuencia es preciso
comprobar si hay líquidos, partículas o gases en el
aire. Para ello basta con observar las instalaciones
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VLT® Serie 2800
existentes en el mismo entorno. Un signo habitual
de líquidos perjudiciales suspendidos en el aire es la
presencia de agua o grasa en las piezas metálicas o
la corrosión de éstas. Normalmente, el exceso de
partículas de polvo se observa sobre los armarios de
instalación e instalaciones eléctricas existentes. Un
signo de que hay gases agresivos en el aire es que los
carriles de cobre y los extremos de los cables de las
instalaciones eléctricas existentes se ennegrecen.
MG.28.E8.05 - VLT es una marca registrada de Danfoss