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d. Vuelva a roscar la tuerca hasta que esté escondida en el cuerpo de la
hélice, como habitualmente.
e. Fije el extractor especial (se sirve bajo pedido) con los tornillos
suministrados. El extractor es un anillo que dispone de unos agujeros
encarados con los tornillos que fijan el ánodo. Cada uno de los agujeros del
extractor tiene una rosca en la que debe ser insertada un tornillo de cabeza
desgastada (cónica) que se sirve con el extractor (ver dibujo). Hay que
verificar que cada uno de los agujeros tiene un tornillo y que todos los tornillos
colaboran de igual forma en la fijación del extractor. Tenga en cuenta que hay
tornillos más largos que van alojados en el agujero donde habitualmente van
los tornillos que bloquean la tuerca e igualmente los hay más pequeños que
van en los agujeros donde se fija el ánodo de zinc
g. Es muy importante verificar que los tornillos roscados en el extractor no
sean ni muy grandes ni muy pequeños, de lo contrario no trabajarían en
común. Cada tornillo tiene que ser roscado como mínimo tanto como su
propio diámetro. El mismo tornillo totalmente roscado no llega ni debe llegar al
fondo de la parte roscada.
h. Ahora podemos desenroscar con delicadeza la tuerca principal de la hélice,
verificando que todos los tornillos del extractor trabajan soportando la carga
necesaria para la extracción de la hélice. O sea, todos los tornillos sujetan de
la misma forma el extractor contra el anillo porta ánodo.
i. Aumente progresivamente el afloje de la tuerca principal. Se aconseja no
superar el valor de 100-200 Néwtones/metro, o lo que viene a ser una carga
de 10 a 20 kilos con una palanca de un metro de longitud. Haga pausas
mientras afloje la tuerca principal contra el extractor.
j. Después de cada pausa, y antes de volver a cargar con fuerza a la llave, es
conveniente comprobar que los tornillos que sujetan el extractos no han
sufrido sobreesfuerzos, daños o se hayan aflojado. En caso de afloje, es
conveniente reapretar todos los tornillos.
k. Cuando el afloje de la tuerca principal haya hecho fuerza sobre el extractor
y los tornillos que lo sujetan, golpéese la hélice con un martillo de plástico.
Los golpes harán que la hélice salga de su eje.
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