2. Inspeccionar los cables
Si ves que el conducto principal está dañado, retira el enchufe con mucha precaución y deja el
producto fuera de servicio.
Si continúas trabajando con el aparato, puedes provocar un accidente de electrificación que
puede causar lesiones graves o la muerte.
Este mantenimiento puede ser realizado por el operario.
3. Comprobar si hay tornillos sueltos
Si observas que los tornillos se han aflojado, apriétalos de nuevo con el destornillador adecuado.
Este mantenimiento puede ser realizado por el operario.
4. Verificar que ninguna de las ranuras de ventilación esté obstruida
Asegúrate de que los orificios de ventilación no estén bloqueados debido a exceso de polvo, objetos u
otros elementos que eviten que el calor se disipe adecuadamente.
No uses un limpiador de alta presión o un pulverizador de aire comprimido.
Esto dañará el cargador de forma irreparable. Utiliza un paño seco y antiestático para eliminar el polvo
de la ventilación.
Este mantenimiento puede ser realizado por el operario.
5. Limpieza general del aparato
Te recomendamos limpiar el cargador con un paño ligeramente húmedo cada seis meses.
Escurre bien el paño, no utilices jabones, ácidos o grasas para limpiar tu cargador.
Este mantenimiento puede ser realizado por el operario.
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