El sistema de cambios (Figura 22) está compuesto por un descarrilador trasero, un
descarrilador delantero (si cuenta con más de un plato en la palanca) que accionados a
través de sus cables enfundados, mediante los comandos de cambio desvían la posición de
la cadena hacia alguna de las diversas coronas del piñón o platos de la palanca,
respectivamente.
El propósito de este sistema es que el ciclista pedalée haciendo el menor esfuerzo posible
para encarar diferentes situaciones, posicionando la cadena, desde los comandos de
cambio, en las distintas relaciones entre platos y coronas.
El sistema de cambios no sólo es adecuado para circular en montaña al trepar cuestas, sino
también en terrenos llanos, ya sea para mantener un ritmo parejo de esfuerzo al arrancar
desde cero o para enfrentar el viento.
A modo de ejemplo, cuando se arranca desde cero, comenzar posicionando la cadena en
alguna de las coronas más grandes del piñón utilizando el comando del cambiador trasero y
utilizando el comando del descarrilador delantero, colocar la cadena en el segundo plato
(medio) de la palanca.
El sistema ofrece la posibilidad al inicio del pedaleo, de elegir una relación plato-corona en la
que habrá que dar más giros a las palancas, pero hacer menos esfuerzo y a medida que se
aumenta la velocidad, progresivamente ir pasando a coronas del piñón más pequeñas y/o a
platos más grandes, lo que permitirá incrementar la velocidad sin aumentar el esfuerzo.
La cantidad de velocidades de la bicicleta estará determinada por la multiplicación de la
cantidad de coronas del piñón, por la cantidad de platos que contenga la palanca.
Por ejemplo, si la bicicleta cuenta con un piñón de 7 coronas y una palanca con 3 platos,
entonces tiene 21 velocidades posibles.
Es recomendable controlar el sistema regularmente, especialmente si se producen ruidos
anormales o los cambios no pasan suavemente.
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Fig. 22