El tercer efecto está relacionado con el segundo, pero implica la
calibración con los tampones de pH. Dado que los tampones de
pH con frecuencia están hechos de ácidos y bases, su pH
también depende de la temperatura. Para poder calibrar un
valorador o medidor de pH correctamente, es necesario que el
instrumento "conozca" la temperatura del tampón.
¿Por qué los resultados que obtengo son la mitad o el
doble de los esperados?
Hay dos posibilidades principales.
Confirme que el tamaño de la bureta se haya definido
correctamente; p. ej., se ha indicado al valorador que se está
usando una bureta de 10 ml cuando en realidad la bureta es
de 20 ml. En este caso, los resultados serán la mitad de los
esperados.
Confirme que la valencia o el número equivalente a la relación
de reacción sea correcto. Asegúrese de estar realizando la
valoración al punto de equivalencia correcto.
¿Por qué el resultado de la valoración de punto de
equivalencia es diferente de la valoración de color
manual?
Esta discrepancia entre resultados se advierte principalmente al
realizar valoraciones de ácido-básico utilizando uno de los
indicadores de color de pH. Los indicadores de pH cambian de
color en un intervalo de pH en lugar de con un valor fijo. El punto
real en el que se produce el cambio de color depende en gran
medida de la muestra y es posible que no coincida con el punto
de equivalencia química. Esto puede generar una pequeña
discrepancia. Se recomienda estandarizar el valorante.
El segundo motivo para esta diferencia es principalmente de
sensibilidad del ojo humano al cambio de color. Si bien es
posible que el cambio de color ya haya comenzado a
producirse, el ojo humano aún no ha detectado ningún
cambio. En la valoración de ácido-base típica utilizando la
indicación potenciométrica con un sensor de pH, el cambio
marcado en la señal se produce en la primera instancia de
exceso de ácido (o base).
¿Qué electrodo debo usar para las valoraciones no
acuosas?
Generalmente, existen tres problemas principales con los
electrodos al realizar una valoración no acuosa.
El primero es el problema de tener un electrolito acuoso con
un disolvente no acuoso. Esto se resuelve fácilmente al
cambiar el electrolito del electrodo.
El segundo problema se relaciona con el hecho de que la
muestra no es conductora, lo que da como resultado un
circuito eléctrico insuficiente entre las medias células de
medición y de referencia o partes del electrodo, si están
combinados. Como consecuencia, se origina una señal
ruidosa, particularmente al utilizar un sensor con una unión
cerámica estándar en la referencia.
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Preguntas frecuentes
El tercer problema está relacionado con la manipulación del
sensor. Para que un sensor de vidrio (pH) funcione
correctamente, es necesario que la membrana de vidrio
(bombilla del electrodo) esté hidratada. Esto se logra al
acondicionar el electrodo en agua desionizada.
Durante la valoración no acuosa, esta membrana se
deshidrata gradualmente, lo que reduce la respuesta del
electrodo. Para evitarlo o rectificar el problema, el electrodo
debe reacondicionarse regularmente al remojarlo en agua.
Orion Star
Valorador de laboratorio serie T900