LA LEÑA
El combustible prescrito es la madera, seca, con pedazos de 80 – 150 mm de diámetro, secada durante 2
años como mínimo, con humedad del 12 – 20 %, con potencia térmica de 15 – 17 MJ/kg y longitud de las
cepas de 330 mm aproximadamente.
El combustible se debe cargar ordenadamente para que forme una cascada de leña lo más uniforme posible,
evitando cámaras de aire, y que permita el deslizamiento natural hacia el bracero cuando se consume el
combustible. Durante cada carga, controle la presencia de cámaras de aire entre las cepas, utilizando la
herramienta adecuadas proporcionadas para eliminarlas.
Si usa madera secada durante al menos 2 años, podrá obtener el máximo rendimiento de la caldera. En la
tabla sucesiva se indica la interdependencia entre el agua contenida y la potencia térmica del combustible.
El volumen energético útil de la madera baja signifi cativamente en relación a la cantidad de agua.
PODER CALORÍFICO
% DE HUMEDAD
kcal/kg
15
3490
20
3250
25
3010
30
2780
35
2540
40
2300
45
2060
50
1820
El uso de combustibles en mal estado o de cualquier otro producto no idóneo puede
dañar las funciones de la caldera, lo cual puede ser motivo del cese de la garantía y de la
correspondiente responsabilidad del fabricante.
FUNCIONAMIENTO CON LLAMA INVERTIDA
Si se quema el combustible con el sistema tradicional defi nido como "de llama directa", ya sea en una
chimenea, que en una termococina que en una caldera, se encenderá todo el combustible que se cargue,
ya que será envuelto por la llama, que lo envolverá desde arriba hacia abajo.
Por este motivo no será posible hacerlo durar mucho tiempo, ya que si se regula al mínimo el aire
comburente, se tendrá una combustión pobre de oxígeno, con emisión de humos con gran cantidad de
óxido de carbono (CO), con la consiguiente pérdida de rendimiento por incombustos.
Por el contrario, si se regula una cantidad de aire adecuada, la duración de la leña dependerá del tamaño
de la misma y de la potencialidad del hogar usado.
Además, será bastante difícil obtener una introducción adecuada del aire quemador, con la que se
pueda obtener una buena combustión sin utilizar un exceso de aire que, como se sabe, tiende a bajar el
rendimiento de combustión, debido a las llamadas pérdidas por calor sensible en los humos.
Estas últimas están determinadas por el hecho de que la llama calienta todo el aire quemador introducido
en el hogar que no participa en la combustión, y el mismo sale de la chimenea llevando consigo una cierta
cantidad de calor que se desperdiciará.
En cuanto a la combustión real, esta tendrá lugar con un desarrollo de una llama con temperatura de 750 –
800 °C aproximadamente, a la que algunas sustancias contenidas en la madera, como la resina del abedul,
alerce, pino, etc, no serán capaces de quemarse completamente y tenderán a formar hollín y alquitrán,
provocando una obstrucción progresiva del conducto de humos.
EL COMBUSTIBLE
FACTOR DE CORRECCIÓN
1
0,93
0,86
0,79
0,72
0,65
0,59
0,52
¡¡¡ADVERTENCIAS!!!
Poder calorífi co para 1 kg
TIPO DE LEÑA
kcal
Abeto
3900
Pino
3800
Abedul
3750
Roble
3600
Haya
3450
Capítulo 2
kJoule
kWh
16250
4,5
15800
4,4
15500
4,3
15100
4,2
14400
4
17