Las verduras deberán situarse en las cajoneras del
refrigerador. En ningún caso congele frutas y verduras
frescas, ya que no estarán aptas para el consumo una vez
descongeladas.
Reducir la frecuencia de apertura de la puerta puede reducir
de manera eficiente el consumo energético.
Coloque alimentos frescos, como pescado o carne, en el
congelador para guardar su sabor y nutrientes.
Los alimentos deben congelarse en una lámina de aluminio,
papel de cocina transparente o en un recipiente hermético.
No ponga alimentos frescos directamente en contacto con
alimentos ya congelados.
Si compra alimentos congelados, llévelos a casa y colóquelos
en el congelador lo más rápido posible.
Nunca vuelva a congelar un producto descongelado.
No almacene líquidos en botellas o latas, excepto bebidas de
gran graduación. Evitar bebidas carbonatadas en el
congelador, ya que estas estallarán durante la congelación.
El compartimento de la nevera-congelador ayuda a prolongar
el tiempo de almacenamiento de los alimentos perecederos
frescos.
Cuidado de los alimentos frescos
Para obtener los mejores resultados:
Almacene los alimentos que son muy frescos y de buena
calidad. Asegúrese de que los alimentos estén bien envueltos
o cubiertos antes de ser almacenados. Esto evitará que los
alimentos se deshidraten, deterioren su color o pierdan su
sabor y ayudará a mantener su frescura. También evitará la
transferencia de olores. No es necesario envolver las verduras
y la fruta si se almacenan en el cajón de verduras de la nevera.
Asegúrese de que los alimentos de olor fuerte se envuelvan o
cubran y se almacenen lejos de alimentos como la
mantequilla o la leche que pueden ser contaminados por
olores fuertes.
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