Masaje O Sondeo Estático; Ultrasonido Por Impulsos; Dosificación Del Ultrasonido - METRON AS 270 Manual De Usuario

Metron accusonicunidad de tratamiento ultrasónico
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6.8.3 Masaje o sondeo estático
En el tratamiento con masajes, el aplicador contacta con una presión moderada y se
mueve por toda la zona a tratar. El aplicador debe sostenerse ligeramente entre los
dedos, ya que agarrarlo con fuerza provocaría fatiga y haría girar el aplicador. Se moverá
lo más lentamente posible para conseguir una exposición suficiente. Al pasar por
articulaciones prominentes, como la rodilla, debe moverse lo suficientemente rápido para
evitar que el paciente sienta dolor del periostio. Para los masajes se prefiere el

ultrasonido por impulsos.

Administre el masaje presionando ligeramente sobre la piel de una forma rítmica y lenta,
con un patrón de movimiento variable en función del tamaño y la forma de la zona a
tratar. Aquí se utiliza el método de la pasada, con cada pasada superponiéndose a la
anterior la mitad del ancho del aplicador. La pasada tiene una longitud de
aproximadamente 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas). El aplicador se mueve gradualmente en
dirección perpendicular a la pasada en una zona de aproximadamente 25 a 100
centímetros cuadrados (2 a 4 pulgadas cuadradas) en cualquier momento. La ventaja
de esta técnica es que el aplicador móvil consigue un calentamiento uniforme. Además, si
la zona no es muy amplia, el aumento de temperatura derivado del primer movimiento del
aplicador sobre la zona no desaparece cuando el aplicador vuelva al mismo lugar, de
modo que la temperatura aumenta poco a poco hasta llegar a un valor válido
terapéuticamente. Mover el aplicador en espiral con pequeños círculos superpuestos
permite tratar zonas más amplias, con una distribución relativamente uniforme del
ultrasonido. Se recomienda avanzar al ritmo de un círculo por segundo aproximadamente.
6.8.4 Ultrasonido por impulsos
La diferencia entre el ultrasonido por impulsos y el continuo es que en el primero se evita
la concentración y la acumulación de calor. Es adecuado para aplicar tratamientos muy
intensos en articulaciones, especialmente cerca de la piel y cuando se desea evitar el
dolor del periostio, así como para neuritis sensibles al calor o para tejido sensible.
6.9 Dosificación del ultrasonido
Con la experiencia se aprende a calcular la dosificación correcta. No obstante, se tendrán
en cuenta los siguientes factores:
*Dos aspectos importantes de la dosificación son la intensidad ultrasónica y la
duración del tratamiento. El producto de ambas (la intensidad multiplicada por la
duración) determina la energía ultrasónica total aplicada. Sobre esta base se podría
pensar que un tratamiento de 1 Vatios/cm
que un tratamiento de 2 Vatios/cm
de corta duración y alta intensidad no es igual que otro de larga duración y baja
intensidad, debido a los mecanismos de disipación del calor del tejido biológico. Con
un tratamiento de corta duración y alta intensidad, la temperatura aumenta más. En
los capítulos 8 y 10, Ward (1986) habla sobre la dosificación del ultrasonido y sus
efectos.
*Es importante averiguar la dosis más pequeña que permite conseguir resultados
óptimos. Las intensidades y los tiempos mencionados aquí no son más que
recomendaciones generales. La dosificación correcta de cada caso dependerá de la
reacción individual al tratamiento. Se recomienda comenzar el tratamiento con dosis
más pequeñas que las aparentemente adecuadas. A continuación figuran algunas
pautas sencillas sobre dosificación de ultrasonido.
Es posible encontrar más recomendaciones en Wadsworth y Chanmugam (1983),
capítulos 5 y 12.
2
y 4 minutos tendrá el mismo efecto
2
y 2 minutos, pero no es así. Un tratamiento
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