La temperatura
La temperatura representa un factor crítico e
importante por todo el ciclo de vida del vino y
determina su buen desarrollo cuando se mantiene
en la botella luego, al depurarse. Para una óptima
conservación, la temperatura debe ser mantenida
constante en un intervalo entre los 8 y 12°C. Es
fundamental evitar rápidas y amplias amplitudes
térmicas: una temperatura muy elevada dilata
los líquidos y provoca una aceleración de la
maduración del vino, mientras una temperatura
excesivamente baja (por debajo de los 4 o 5°C)
puede provocar que se desarrolle un defecto
que perjudica la calidad estética del vino. En
caso extremo, en el cual la temperatura baja los
10°C, el vino congelado puede provocar la
explosión del corcho.
El corcho
El corcho representa un componente fundamental
de la botella: su calidad, escogida por el productor
del vino es muy importante por una correcta
maduración del vino mismo. Las perfectas
condiciones del corcho, incluso sobre la botella
que compramos, dependen exclusivamente de
los estándares de uso y de almacenamiento
utilizados por el productor o embotellador.
Los productos KitchenAid, fruto de una
experiencia de 30 años de investigación continua,
respetan los seis criterios fundamentales e
indispensables para la óptima maduración y
conservación de los vinos:
La temperatura:
Dos enemigos del vino son las temperaturas
extremas y los cambios térmicos violentos. Una
temperatura constante, comprendida entre los
8° y los 12°C, es considerada óptima para el
desarrollo y la conservación del vino.
8
La higrometría:
Es un factor determinante que se relaciona con
los corchos, al preservar su característica
hermética. En general, la tasa de higrometría
debe ser superior al 50% (entre el 60 y el 75%).
La oscuridad:
La luz y, en particular los rayos ultravioleta,
provocan la oxidación irreversible de los taninos
y el consiguiente rápido deterioramiento del
vino. Por lo tanto, es recomendada la
conservación en lugares lejanos de las fuentes
luminosas y a la exposición de los rayos UV.
La ausencia de vibraciones:
Las vibraciones obstruyen el lento proceso de
evolución bioquímica de los vinos y con
frecuencia, se tornan fatales para los productos
de mayor valor.
La sistematización:
Cambios muy frecuentes son nocivos para la
buena conservación de los vinos. Es necesario
adoptar sistemas de almacenamiento apropiados
para limitar las manipulaciones.
La ventilación natural:
El ingreso constante de aire filtrado del exterior
es indispensable para la prevención de malos
olores y la formación de moho.