INTRODUCCIÓN
Cuando se utiliza un sistema de radiocontrol, el transmisor envía al receptor una "señal" que, si es
reconocida como válida, activa los relés de salida.
Dado que un transmisor debe activar sólo a su receptor y no al del vecino, se codifica la señal enviada,
es decir que cada receptor reconoce sólo una señal bien precisa y no aquéllas que son parecidas.
En los sistemas tradicionales, el código puede ser seleccionado en el transmisor, a través de una
serie de microinterruptores (que permiten sólo algunas miles de combinaciones), o puede ser
programado directamente durante la producción (en este caso se pueden obtener también algunos
millones de códigos diferentes); en todos los casos el código es fijo, es decir cada vez que se
transmite, se envía siempre la misma señal.
El hecho de que el código sea enviado vía radio y sea siempre el mismo, lamentablemente ofrece a
personas con malas intenciones la posibilidad de recibir (incluso a distancia) y poder grabar la señal,
para obtener la "llave" de apertura de su automatización.
En cambio, el sistema "FLOR" utiliza un principio que permite que su radiocontrol sea sumamente seguro.
Una técnica denominada transmisión por código variable (Rolling Code) hace que una parte del
código cambie con cada transmisión, de acuerdo con una secuencia predefinida. Por medio de
funciones matemáticas, el código es ocultado para que no aparezca ninguna relación lógica entre
dos códigos consecutivos. El receptor se mantiene sincronizado con el transmisor para aceptar
sólo la secuencia de códigos prevista. En este sistema es inútil tratar de copiar la señal transmitida
porque una vez "usado" un código, el receptor reconocerá sólo el sucesivo.