Tras la evaluación, el médico le dará una declaración escrita que dice que su audición ha sido evaluada
y que puede ser considerado un candidato para un audífono. El médico le enviará a un audiólogo o a un
audioprotesista, según el caso, para la evaluación de la ayuda auditiva adecuada. El audiólogo o el au-
dioprotesista evaluará su capacidad de oír con y sin un audífono. La evaluación del audífono permitirá
al audiólogo o audioprotesista seleccionar y adaptar un audífono a sus necesidades personales. Si tiene
dudas sobre su capacidad para adaptarse a la amplificación, pregunte por la disponibilidad de un pro-
grama de prueba antes de la compra. Muchos audioprotesistas tienen programas que le permiten usar
un audífono durante un período de tiempo por un precio nominal y después decidir si desea comprar el
audífono.
La ley federal norteamericana restringe la venta de audífonos a aquellos individuos que han obtenido
una evaluación médica de un médico autorizado. La ley federal permite que un adulto completamente
informado firme un documento rechazando la evaluación médica debido a creencias religiosas o perso-
nales que le impiden consultar a un médico. El ejercicio de tal renuncia no obra en interés de la salud y
está totalmente desaconsejado.
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Niños con pérdida auditiva (solo EE.UU.)
Además de acudir a un médico para una evaluación, un niño con pérdida auditiva se debe dirigir a
un audiólogo para una evaluación y rehabilitación puesto que la pérdida de la audición puede causar
problemas en el desarrollo del lenguaje y en el desarrollo educativo y social del niño. Un audiólogo está
cualificado mediante su formación y experiencia para asistir en la evaluación y rehabilitación de un
niño con pérdida auditiva.
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