INSPECCIÓN DEL CABLE DE ACERO
1. Inspección frecuente
El operador u otra persona designada deben inspeccionar visualmente todas las cuerdas al comienzo de cada turno.
Estas observaciones deben preocuparse por el descubrimiento de daños graves, como los abajo indicados, que
pueden ser un peligro inmediato:
• la distorsión de la cuerda, como con torceduras, aplastamientos, deshilachamiento, jaula de pájaro,
desplazamiento del hilo principal o la protuberancia del núcleo;
• corrosión general;
• hilos rotos o cortados;
• número, distribución y tipo de los alambres rotos visibles (véase la siguiente sección sobre el reemplazo
de la cuerda).
Cuando se descubre un daño así, la cuerda debe o sacarse de servicio o ser sometida a una inspección como se
detalla en la siguiente sección.
2. Inspección periódica
La frecuencia de inspección será determinada por una persona calificada y se basará en factores tales como la vida
útil esperada de la cuerda según lo determina la experiencia en esa instalación concreta o en instalaciones simi-
lares, la severidad del medio ambiente, el porcentaje de levantamientos a total capacidad, las tasas de frecuencia
de operación y la exposición a cargas de choque. Las inspecciones no tienen por qué ser a intervalos iguales de
calendario y deben ser más frecuentes a medida que la cuerda se acerca al final de su vida útil.
Una persona designada deberá realizar inspecciones periódicas. Esta inspección debe cubrir toda la longitud de la
cuerda. Los alambres individuales exteriores de los hilos de la cuerda deberán ser visibles para esta persona
durante la inspección. Cualquier deterioro que resulte en una pérdida apreciable de la fuerza original, como se
describe a continuación, se hará constar y se determinará si un uso continuado de la cuerda constituiría un riesgo:
• puntos enumerados en la sección anterior sobre la inspección frecuente;
• reducción del diámetro de la cuerda por debajo del diámetro nominal, debido a la pérdida de apoyo del
núcleo, corrosión interna o externa, o el desgaste de los cables exteriores.
• alambres muy corroídos o rotos en las conexiones terminales;
• conexiones terminales muy corroídas, agrietadas, dobladas, desgastadas o mal aplicadas.
Se debe tener especial cuidado durante la inspección de las secciones de rápido deterioro, tales como las sigu-
ientes:
• secciones que están en contacto con monturas, poleas igualadoras u otras poleas donde el recorrido de la
cuerda esté limitado;
• secciones de la cuerda en los extremos terminales o cerca de ellos, donde puedan sobresalir alambres
corroídos o rotos;
• secciones sujetas a dobleces invertidos;
secciones de las cuerdas que normalmente estén ocultas durante la inspección visual, tales como las
partes que pasan sobre las poleas.
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5/08 - Rev. N