Un mantenimiento adecuado es esencial para su seguridad.
Un soplador de mano bien mantenido es más seguro y su utilización más eficiente. Compruebe regularmente los
ajustes del soplador de mano y sustituya partes o piezas que estén gastadas o dañadas. Un tubo de escape que esté
deteriorado o dañado puede emitir chispas y causar un incendio. Un ruido de niveles desproporcionados puede
conducir a una pérdida auditiva. Observe los periodos de mantenimiento en el Manual del Propietario.
Almacene el soplador de mano de manera segura para prevenir incendios o el deterioro del equipo.
Para evitar fugas de combustible y peligro de fuego, vacíe siempre el tanque de combustible y haga que se consuma el
combustible que haya en el carburador antes de almacenar su soplador de mano. El viejo combustible puede atascar el
carburador y empeorar las condiciones de arranque y funcionamiento. Almacene su soplador de mano en un lugar
seco y seguro que no esté al alcance de los niños. Cuando transporte el soplador de mano en un vehículo, tome
precauciones para asegurarlo contra los daños que pudieran ocasionarse al caerse y salpicar de combustible.