GEA Grasso Purger Manual De Instalación Y Mantenimiento página 4

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PRÁCTICAS GENERALES
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REFRIGERANTE
Aunque los refrigerantes de halocarbono se clasifican con refrigerantes seguros,
es necesario observar algunas precauciones al manejarlos o reparar una unidad
en la que se utilicen. Al pasar a la atmósfera desde el estado líquido, los refrige-
rantes de halocarbono se evaporan rápidamente, congelando cualquier objeto
con el que entran en contacto. Para proteger el medioambiente, sin embargo, los
refrigerantes de halocarbono no se deben liberar en la atmósfera sino almacenar
en un contenedor.
PRIMEROS AUXILIOS
En el caso de herida por congelación, el objetivo de los primeros auxilios es pro-
teger la zona congelada de otros daños, calentar la zona afectada rápidamente y
mantener la respiración;
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Mantenga las manos alejadas del ventilador cuando el purgador esté funcio-
nando. Esta precaución también se debe aplicar al abrir o cerrar la cubierta.
Asegúrese de que los tubos flexibles del colector del manómetro estén en
buen estado. No deje que entren en contacto con ventiladores, cualquier otra
pieza móvil o superficies calientes.
Utilice protectores oculares o gafas de seguridad El refrigerante puede dañar
de forma permanente los ojos (consulte la información sobre primeros auxi-
lios de esta página).
No aplique nunca calor a un sistema de refrigeración sellado.
Los refrigerantes de halocarbono, en contacto con una llama o cortocircuito
eléctrico, producen gases tóxicos que pueden producir irritaciones respirato-
rias graves o incluso la muerte. Por esta razón no fume al trabajar con un sis-
tema de refrigeración.
Las aletas del condensador del purgador pueden provocar laceraciones gra-
ves.
Tenga cuidado al trabajar con refrigerantes o sistemas de refrigeración en
una zona cerrada con un suministro de aire limitado (por ejemplo, en un con-
tenedor). Los refrigerantes de halocarbono tienden a desplazar el aire y pro-
vocar la disminución de oxígeno, lo cual puede causar la muerte por asfixia.
Cubra la zona congelada
Utilice ropa y mantas
Procure que la víctima tome alguna bebida caliente (no alcohólica), si puede
beber por sí misma
Caliente la zona congelada rápidamente sumergiéndola en agua templada.
No utilice agua caliente.
Si no dispone de agua templada, envuelva suavemente la zona afectada con
una sábana y mantas calientes.
Si el refrigerante entra en contacto con los ojos, enjuáguelos inmediatamente
con agua.
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21.03.2017
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