RAD-...-IFS
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PHOENIX CONTACT
Influencias meteorológicas
La nieve, la lluvia o el granizo influyen poco en la señal inalámbrica. En caso de precipita-
ción de 50 litros por metro cuadrado, es decir, un chaparrón, con una frecuencia de
2,4 GHz se produce por ejemplo solo una atenuación de aprox. 0,02 dB/km.
Un fuerte viento no influye en la señal inalámbrica, pero requiere una sujeción segura de la
antena. Especialmente en el caso de las antenas direccionales con un ángulo de abertura
pequeño se debe procurar que la antena no sea desplazada por el viento. Si la antena se
mueve un solo centímetro de su posición original se puede producir una pérdida parcial de
la señal inalámbrica en un trayecto de transmisión.
Figura 8-15
Tramo inalámbrico con viento fuerte
8.12
Zona de Fresnel
Se denomina zona de Fresnel en un tramo inalámbrico a una determinada zona entre la an-
tena emisora y la receptora. Entre las antenas debe haber una línea de visión, sobre todo
en grandes distancias. Para mantener la zona de Fresnel, puede que sea necesario montar
las antenas a una altura de varios metros. En esta zona tampoco debe haber otros obstá-
culos.
El tramo inalámbrico ideal con línea de visión directa entre el emisor y el receptor no es rea-
lizable en todas partes. En el caso de aplicaciones, hay que contar con obstáculos que in-
fluyen en el canal inalámbrico. El tramo inalámbrico también puede funcionar si se encuen-
tran obstáculos como casas y árboles en la zona de Fresnel. Depende de cuántos
obstáculos haya presentes y del volumen que ocupen en la zona de Fresnel. En este caso,
se deben realizar mediciones de prueba.
En el interior de edificios, p. ej. en el campo de automatización clásico, predominan las re-
flexiones. Esto contribuye a una buena conexión inalámbrica, incluso si la zona de Fresnel
no está despejada.
La imagen siguiente muestra la zona de Fresnel entre dos antenas. La altura de montaje
necesaria para las antenas se deduce del radio de la zona de Fresnel.
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