Embale los productos en recipientes herméticos, bolsas de
congelación, etc. Adapte el tamaño de las porciones según su uso.
No congele las legumbres ni la carne en porciones de peso
superiores a 2,5 kg. Asegúrese de que las bolsas no estén
húmedas para evitar que se peguen entre ellas. Coloque los
productos de modo que haya el mínimo contacto posible entre
ellos para acelerar su congelación. Evacúe el aire contenido en
los embalajes para que la superficie de los productos no se seque.
Coloque los productos para congelar en el módulo de congelación
o de forma regular a lo largo de las paredes del depósito.
No se olvide de anotar el contenido, la cantidad y la fecha de cada
embalaje. Se aconseja repartir los distintos productos por
categorías. Es decir, es mejor agrupar las verduras con las
verduras, la carne con la carne, etc.
Deje al menos 5 mm de espacio debajo de la tapa al apilar los
productos.
Descongelación
La fruta y las verduras congeladas no se deben descongelar
antes de su uso, sino que se deben meter directamente en agua
hirviendo.
En lo que concierne a las carnes, es preferible sacarlas del
congelador el día anterior de su utilización y dejarlas descongelar
en el refrigerador, de manera de obtener una higiene óptima y
una conservación perfecta de la calidad.
Nota
Los aerosoles y las latas que contengan líquidos con gas
carbónico disuelto no se deben congelar debido al riesgo de
explosión.
ES-26